30 de octubre de 2025
Se acerca a la Tierra el cometa 3I/ATLAS, que algunos señalan como una nave interestelar inteligente

El objeto que desafía las leyes físicas conocidas obtuvo su mayor brillo al pasar cerca del Sol. Los astrónomos se preparan para observarlo detalladamente en diciembre
El cometa 3I/ATLAS no solo proviene de otro sistema estelar: parece desafiar la física que explica el comportamiento de los cometas.
A diferencia de los que se conocen, su chorro de material no se dirige en sentido contrario al Sol. Presentó una anti-cola, una corriente de gas y polvo orientada hacia la estrella, algo que desconcertó por completo a los especialistas.Según el investigador, esta transición constituye un evento tipo “cisne negro”, inesperado y de alto impacto para la astronomía.
Loeb, conocido por su trabajo en el proyecto Galileo y la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, no es un desconocido en el mundo científico. Su nombre se asocia con teorías que rompen moldes: en 2019 propuso que ‘Oumuamua, el primer objeto interestelar detectado, podría haber sido “El objeto ha mostrado varias características anómalas y presentamos la hipótesis de que pueda tener origen tecnológico y posiblemente hostil”, afirmó junto a sus colegas Adam Hibberd y Adam Crowl.Los telescopios de todo el mundo apuntaron hacia el cometa. Desde Chile hasta las Islas Canarias, los astrónomos recopilaron datos sobre su brillo, composición y trayectoria. Las observaciones del Telescopio Óptico Nórdico de España confirmaron que el cometa desarrolló una cola convencional tras su misteriosa anti-cola inicial. En paralelo, instrumentos del Observatorio Gemini Sur en Cerro Pachón, también en Chile, revelaron una coma brillante y una cola cada vez más extensa, prueba de que el objeto se activaba con fuerza a medida que se acercaba al Sol.Su composición química también es desconcertante. La anti-cola contenía dióxido de carbono, agua, trazas de cianuro y una aleación de níquel jamás vista en la naturaleza, pero sí utilizada en procesos de fabricación humana. Ese hallazgo alimentó la especulación sobre un posible origen artificial.
Además, los astrónomos detectaron una liberación de vapor de agua a distancias donde el hielo debería permanecer sólido, lo que sugiere un mecanismo de calentamiento interno o una superficie compuesta por materiales desconocidos.Más allá de las teorías audaces, 3I/ATLAS ofrece una oportunidad única para estudiar los orígenes del cosmos. Los expertos estiman que tiene alrededor de 10.000 millones de años, lo que lo hace más del doble de antiguo que nuestro sistema solar.El cometa está hecho de hielo, polvo y gases que permanecieron inalterados durante eones, por lo que actúa como una auténtica cápsula del tiempo cósmica. Analizar su composición podría revelar información sobre las condiciones físicas y químicas del universo primitivo.
“La baja inclinación retrógrada ofrece diversas ventajas a una Inteligencia Extraterrestre (IET), ya que le permite acceder a nuestro planeta con relativa impunidad”, explicó Loeb al referirse a la orientación casi perfecta de su órbita respecto al plano de los planetas.Durante las últimas semanas, las sondas Mars Express y ExoMars Trace Gas Orbiter de la Agencia Espacial Europea observaron el cometa a unos 30 millones de kilómetros del planeta rojo. En noviembre, la misión JUICE, que estudia las lunas heladas de Júpiter, también seguirá su recorrido. Estas observaciones permitirán analizar su actividad cuando se encuentre en su punto de máxima excitación solar, con un halo brillante y una cola extensa.
La NASA, a través de la cámara HiRISE, captó imágenes de alta resolución del cometa cuando pasó a 12 millones de millas de Marte, aunque los resultados aún no se publicaron por el cierre del gobierno estadounidense.A pesar del silencio institucional, la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) incorporó al 3I/ATLAS a su lista oficial de objetos a seguir. En un comunicado, la organización explicó que “si bien no representa una amenaza, el cometa 3I/ATLAS ofrece una gran oportunidad para que la comunidad del IAWN realice un ejercicio de observación debido a su prolongada visibilidad desde la Tierra y su alto interés científico”.
Las imágenes más recientes muestran que el cometa emite gases en proporciones inusuales: abundante dióxido de carbono y menos agua de la esperada, un patrón contrario al de los cometas comunes. También refleja la luz con una polarización extrema, algo que no se había registrado antes. Estas rarezas convierten a 3I/ATLAS en un objeto de referencia para los próximos años.A finales de octubre, el cometa alcanzó su perihelio, el punto más cercano al Sol. Luego desaparecerá brevemente detrás del astro y volverá a ser visible a fines de noviembre, en la constelación de Virgo, antes de avanzar hacia Leo. Su aproximación más cercana a la Tierra, el 19 de diciembre, será de unos 270 millones de kilómetros. No hay riesgo de impacto, pero sí la promesa de nuevas observaciones que podrían redefinir lo que se sabe sobre los visitantes interestelares.
El interés global por el fenómeno no deja de crecer. Según datos de Google Trends, “3I/ATLAS” se convirtió en una de las búsquedas más realizadas del planeta, con picos durante el fin de semana del 27 de octubre, cuando fue visible desde el hemisferio sur. Las redes sociales se llenaron de especulaciones, pero también de fascinación: pocas veces un objeto celeste logró capturar la atención pública de esta manera.Cada visitante interestelar es un mensaje en una botella lanzado desde otra estrella, y su contenido —ya sea polvo antiguo o tecnología avanzada— continúa siendo uno de los mayores enigmas de la exploración cósmica.


