28 de octubre de 2025
Sudán enfrenta “una terrible escalada”: los paramilitares tomaron el último bastión del ejército en la región de Darfur

Las Fuerzas de Apoyo Rápido celebran dentro del cuartel militar mientras más de 26.000 personas huyen y testigos denuncian violencia étnica contra comunidades africanas
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, alertó del “riesgo creciente de violaciones y atrocidades por motivos étnicos”. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU documentó ejecuciones sumarias de civiles y “ataques indiscriminados” contra quienes intentaban huir. Türk pidió “una acción urgente y concreta para garantizar la protección de los civiles y un paso seguro” para los desplazados.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó de que más de 26.000 personas huyeron desde el domingo, refugiándose en aldeas cercanas o en la ciudad de Tawila, 70 kilómetros al oeste. Naciones Unidas estima que más de 14 millones de sudaneses han abandonado sus hogares desde el inicio de la guerra, una cifra que convierte la crisis en la mayor catástrofe humanitaria del mundo actual.El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció un ataque contra el único hospital parcialmente operativo en El Fasher, que dejó una enfermera muerta y tres sanitarios heridos. “Exigimos el cese inmediato de las hostilidades y la protección del personal médico”, escribió en la red X, donde pidió acceso humanitario para la entrega de medicinas y equipos. Según la red de médicos sudaneses, la milicia saqueó hospitales y destruyó los pocos centros que aún funcionaban, lo que calificó de “política de exterminio contra la población civil”.El colapso de El Fasher podría redefinir el mapa político de Sudán, dividido desde el derrocamiento del dictador Omar al Bashir en 2019. Tras el golpe militar de 2021, Burhan y el líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo (Hemeti), compartían el poder en un frágil acuerdo que se rompió durante el proceso de integración de los paramilitares en las Fuerzas Armadas. Desde entonces, ambos bandos han recibido apoyo de potencias regionales: Egipto y Arabia Saudí han respaldado al Ejército, mientras que los Emiratos Árabes Unidos han sido acusados por Naciones Unidas de proveer armas y financiación a las RSF, algo que Abu Dabi niega.Las RSF, convertidas en un ejército paralelo bien armado, controlan ya la mayor parte del oeste y del centro del país. En los últimos días, según la Red de Médicos de Sudán, también atacaron la localidad de Bara, en la región de Kordofán, donde asesinaron a 47 personas, incluidas nueve mujeres. Organizaciones de derechos humanos denuncian detenciones masivas, violaciones y saqueos, prácticas que recuerdan las campañas de terror del pasado.
El Tribunal Penal Internacional ha abierto investigaciones por posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad. La situación, advierten analistas de Naciones Unidas y del International Crisis Group, amenaza con provocar la fragmentación definitiva del país, más de una década después de la independencia de Sudán del Sur en 2011.


