24 de octubre de 2025
Niño de 12 años murió por púrpura fulminante en Maldonado: preocupación de padres de la escuela a la que asistía

Las autoridades decidieron activar protocolos, pero dejaron abierto el centro educativo; en 2024, el país había registrado un aumento inusual de caso
Padres de los alumnos de la escuela 80, sin embargo, están preocupados por la situación, según declararon al medio local. En particular, reclamaron que la escuela se mantuviera abierta tras la muerte del niño. Sin embargo, las autoridades de la salud y la educación confirmaron que ya no se planea el cierre de estos centros educativos ante casos como la púrpura fulminante.
El director de Salud de Maldonado, José González, declaró al canal 12 uruguayo cómo se desarrolló la atención clínica: “El proceso asistencial que se desarrolló en el Hospital de San Carlos arrojó un diagnóstico presuntivo que está vinculado a una enfermedad infecciosa, en forma de presentación de lo que es púrpura fulminante dadas las características de las lesiones en piel y algunos elementos que surgieron del interrogatorio de los antecedentes de salud de este niño”. Según consignó El Observador, el especialista señaló que este tipo de casos no son frecuentes, pero cuando se presentan en general son “graves” porque suelen generar una “falla multiorgánica” en el enfermo. Esto se denomina shock séptico y suele tener un desenlace letal.Esta última etapa de la enfermedad suele ser extremadamente rápida y tener un desenlace fatal.
La transmisión de la meningitis meningocócica ocurre de persona a persona, generalmente a través de secreciones respiratorias.En 2024, Uruguay atravesóLa entonces ministra de Salud Pública, Karina Rando, indicó que la enfermedad “se presenta de una manera muy aguda y fulminante”. “Puede dar síntomas de hemorragias, petequias, hematomas, rigidez de nuca y síntomas de enfermedad neurológica”, señaló al hablar de ese tema.
El anuncio generó incertidumbre en los padres ya que la mayoría de los casos se dan en niños pequeños. El pediatra Javier Prego, jefe de la Emergencia Pediátrica del Hospital Pereira Rossell, explicó a El País que las principales manifestaciones de la infección son la fiebre elevada, de 39 o 40 grados, “persistente y de difícil control”.


