31 de octubre de 2025
Los escándalos y la caída del príncipe Andrés: cuatro décadas de polémicas en la familia real británica
A lo largo de más de cuarenta años, Andrés Mountbatten Windsor —antes conocido como el príncipe Andrés— protagonizó una sucesión de incidentes que dañaron la imagen de la monarquía británica, desde desplantes públicos y negocios controvertidos hasta su relación con el delincuente sexual Jeffrey Epstein
En 2011, Andrés fue forzado a abandonar su rol de enviado especial británico para el comercio internacional tras los primeros reportes de su vínculo con Epstein. Las dudas sobre sus relaciones personales se vieron agravadas por la amistad que mantenía con Said Khadafi, hijo del fallecido dictador libio, y con un traficante de armas condenado.
La situación empeoró en julio de 2019, cuando Epstein fue arrestado de nuevo por tráfico sexual de menores y poco después hallado muerto en su celda de Nueva York. Los medios centraron la atención en las acusaciones de que Andrés habría mantenido relaciones con al menos una adolescente involucrada en la red de Epstein —a lo cual el príncipe respondió con negativas rotundas.El 16 de noviembre de 2019, en un intento por frenar el alud de críticas, Andrés concedió una entrevista a la periodista Emily Maitlis de la BBC, la que resultó ser un desastre comunicacional. Durante la emisión, defendió su relación con Epstein y propuso explicaciones poco creíbles que agravaron su situación mediática y social. Cuatro días después, Buckingham Palace informó la suspensión de todas sus actividades públicas, quitándole además su papel honorario de patrón en 230 organizaciones benéficas.Los problemas continuaron en 2024 cuando se conocieron pruebas sobre su proximidad a un empresario chino sospechoso de espionaje, a quien presuntamente invitó a celebrar su 60º cumpleaños.
Pocos meses después, el 12 de octubre de 2025, la prensa británica reveló un correo electrónico enviado por Andrés a Epstein en febrero de 2011, en pleno escándalo, contradiciendo así la versión del príncipe sobre el final de aquella amistad.
La última medida de Buckingham Palace, ejecutada este 30 de octubre, representa para muchos la clausura definitiva de la presencia pública de Andrés en la Casa Real británica. La institución monárquica, enfrentando una crisis de reputación frente a los ciudadanos y la comunidad internacional, optó por distanciarse radicalmente de uno de sus miembros más controvertidos, culminando así más de cuatro décadas de episodios que han dejado una huella indeleble en la historia contemporánea de la Familia Real del Reino Unido.

 
                                                                                                                                                                   
                                                                                                                                                                   
                                                                                                                                                                   
                                                                                                                                                                   
                                                                                                                                                                   
                                                                                                                                                                   
 

