27 de octubre de 2025
Gestos en código y lentes de rayos X: así funcionaba la red de apuestas ilegales que llevó a la cárcel a las figuras de la NBA
Los “trucos” de la organización delictiva relacionada con la familia La Cosa Nostra y estrellas como Terry Rozier y Chauncey Billups
La presencia de figuras reconocidas del baloncesto profesional, como Chauncey Billups y Damon Jones, era utilizada estratégicamente para atraer a víctimas adineradas a los juegos amañados. Según documentos judiciales, la sola participación de estos atletas, apodados “Face Cards”, confería legitimidad a las partidas y generaba confianza entre los participantes.
“Una vez que el juego estaba en marcha, los acusados estafaban a las víctimas con decenas o cientos de miles de dólares por partida”, afirmó el fiscal Nocella. Los implicados coordinaban sus acciones mediante mensajes de texto en tiempo real, llegando incluso a simular pérdidas para prolongar la permanencia de las víctimas en el juego y evitar sospechas.La acusación formal contra Por su parte, el abogado de Billups, Chris Heywood, defendió la integridad de su cliente y cuestionó la verosimilitud de las acusaciones: “Creer que Chauncey Billups hizo lo que el gobierno federal le acusa es creer que arriesgaría su legado en el Salón de la Fama, su reputación y su libertad. No pondría esas cosas en peligro por nada del mundo, y mucho menos por una partida de cartas”.El alcance de la red criminal no se limitaba al fraude en el juego. Los fiscales documentaron episodios de violencia y amenazas contra quienes no pagaban sus deudas. Además, se registraron robos a mano armada de equipos de juego manipulados y extorsiones para garantizar el cobro de los impagos.La magnitud de la acusación, que reúne a cuatro de las cinco familias mafiosas más influyentes de Nueva York, fue calificada de “extraordinariamente inusual” por Jessica Tisch, quien subrayó la sofisticación tecnológica y la persistencia de los investigadores para desarticular la red. Aunque la mafia ha perdido parte de su influencia nacional, el FBI advierte que sigue representando una amenaza significativa en el área metropolitana de Nueva York y otras ciudades como Filadelfia, Chicago y Detroit.


