9 de septiembre de 2025
La CGT se endurecerá para apuntalar el triunfo del PJ en octubre, pero descarta hacer más paros generales

Pese que hay matices en la reacción sindical ante la derrota electoral de Javier Milei, todo indica que habrá una mayor confrontación con el Gobierno, con presiones por las paritarias y más movilizaciones
En el ala dialoguista de la CGT, de todas formas, aseguraron a Infobae que “nadie quiere que se caiga el Gobierno”, por lo que apuestan a redoblar las presiones para que el Presidente rectifique algunas políticas y abra una instancia de diálogo con distintos sectores.
Si bien la CGT participa a través de Gerardo Martínez (UOCRA) del Consejo de Mayo, en ese espacio se buscan consensos multisectoriales más a largo plazo, pero ahora la intención sindical es que Milei “genere un ámbito de acuerdos” para replantear medidas coyunturales.En las próximas horas, la CGT reunirá a su mesa chica para analizar el nuevo tablero político que instaló la elección bonaerense y definir si cambia o no su estrategia de mantener prudencia ante el Gobierno, mientras, en forma simultánea, avanza con el congreso del 5 de noviembre para elegir sus nuevas autoridades.Aun así, admiten que no saben cómo reaccionará Milei ante el revés electoral. “No va a echar a su hermana y aunque aparte a los Menem es difícil que modifique muchas medidas que afectan a los trabajadores y a los jubilados”, dijo el titular de un gremio importante.
Sin embargo, sindicalistas más comprometidos con el armado político de Kicillof tienen una visión algo distinta que preanuncia un horizonte de mayor conflictividad: “La CGT tiene que trabajar para que el peronismo gane en octubre”, afirmó un líder sindical a Infobae.En la dirigencia sindical que rodea a Kicillof están convencidos de que Milei no corregirá el rumbo ni modificará sus políticas y que la CGT debe estrechar filas con el peronismo para un solo objetivo: generar mayorías parlamentarias a partir del 10 de diciembre.
“Esa es la única forma de sacarle herramientas al Gobierno para que haga lo que quiera”, señaló el referente sindical kicillofista, con la mente puesta, por ejemplo, en frustrar la posible intención de Milei de avanzar con una reforma laboral sin consenso en caso de que sume muchos legisladores tras las elecciones.Pero, aun si esos cambios no se produjeran, los líderes de la CGT no prevén hacer más paros generales para debilitar al Gobierno. “Eso no modifica nada”, reconoció un jefe cegetista, que insistió: “El tema es político y por eso hay que apuntar a ganar las próximas elecciones”.
En la interpretación de muchos sindicalistas, el resultado de las elecciones bonaerenses no estuvo relacionado con el caso de las presuntas coimas en el área de Discapacidad sino con la necesidad de “desahogo” de la gente ante señales negativas de la economía. Y a esa explicación la relacionan con el hecho de que La Libertad Avanza perdió en los sectores rurales de la provincia.El escenario montado este domingo por la noche en La Plata para celebrar el triunfo peronista fue una postal que reflejó cómo están las posiciones en el sindicalismo. Además de Daer, acompañaron a Kicillof dos de los dirigentes cegetistas que suenan para el próximo triunvirato, Cristian Jerónimo (vidrio) y Maia Volcovinsky (judiciales), además de representantes de la CTA como Hugo Yasky y Roberto Baradel, e incluso sindicalistas alineados con CFK como Sergio Palazzo (bancarios) y Vanesa Siley (SITRAJU), a quienes sumó la ex vicepresidenta a la lista para renovar su banca.
Llamó la atención, en cambio, la ausencia del titular de la UOM, Abel Furlán, uno de los cristinistas más fieles, aunque el faltazo más significativo en términos políticos fue el de Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense, un tenaz opositor a Kicillof en la interna peronista.