16 de agosto de 2024
El Gobierno necesitará un superávit fiscal de hasta 2% del PBI para cumplir con lo que Milei prometió en el Presupuesto
El presidente afirmó que “rediseñará” la ley de ingresos y gastos que llegará al Congreso en un mes. El excedente primario tendrá que cubrir todos los vencimientos de deuda. Qué espera el FMI para el año que viene
Esto implicaría, por lo pronto, que el Gobierno deberá asegurarse en 2025 que el ajuste fiscal se sostenga lo suficiente -y sin una herramienta que este año colaboró de manera decisiva como el impuesto PAIS- como para cubrir todos los vencimientos de deuda. En la cuenta de intereses que se considera para el Presupuesto están contemplados tanto los de pagos de bonos en dólares -que el Poder Ejecutivo aseguró que esas divisas serán compradas al BCRA en lo sucesivo con superávit y no con emisión de pesos- y también el pago de pasivos en moneda local.
El Presupuesto 2025 todavía está en período de elaboración, a cargo del secretario de Hacienda Carlos Guberman, de la subsecretaria de Ingresos Públicos Claudia Balestrini y el subsecretario de Presupuesto Fabián Sgarbi. Esta semana finalizó uno de los procesos decisivos en el armado de la ley de ingresos y gastos, que es el cálculo del servicio de la deuda pública interna y externa y el perfil de vencimientos por cada acreedor, desde 2025 hasta 2027. El 1° de agosto comenzó a trabajar el equipo económico en el articulado principal.El 30 de agosto, por otra parte, se cerrará el cálculo definitivo para conocer cuál será el supéravit primario necesario para cumplir con la regla que anticipó el Presidente. Ese día concluirá la estimación del resultado primario y financiero de cada nivel de gobierno y de los límites de endeudamiento para el Gobierno Nacional, junto con la proyección de los recursos con los que contará la Nación y las provincias en 2025.Un cálculo de la consultora EcoGo planteó dos escenario macro para el año que viene, uno en el que con acuerdo con el FMI el Gobierno logra salir del cepo cambiario -lo que requeriría una mayor toma de deuda en dólares para cubrir vencimientos- y un segundo con controles cambiarios sostenidos a lo largo del 2025. En el primer caso, para mantener un resultado financiero equilibrado, necesitaría un superávit primario de 1,5% del PBI, en el segundo, de 1,2 por ciento.
“En ambos escenarios prima el compromiso por la consolidación fiscal, alcanzando equilibrio financiero el próximo año, lo cual no es intuitivo frente a la eliminación del impuesto PAIS. La cuenta de intereses es algo más alta en el escenario 1 por el mayor aumento en la deuda en dólares contraída. En ambos escenarios todo el refinanciamiento de la deuda en pesos dentro del cepo se sigue haciendo con instrumentos que capitalizan o se emiten con cupón cero”, concluyeron.“La última vez que Argentina encadenó más de un año de superávit financiero fue en los períodos que siguieron a la crisis de 2001/02. Aunque esos datos hay que tomarlos con prudencia pues se dieron luego de que el país declaró el default, dejó de pagar sus deudas y reestructuró los pagos, o sea, se pospusieron o dejaron de pagar las obligaciones. Algo que en esta oportunidad no está pasando”, apuntó Marí.
En ese sentido, mencionó que deberían existir “techos de gasto o reglas fiscales que aseguren el cumplimiento del equilibrio financiero”. “Estas podrían ser generales o para partidas presupuestarias específicas, cuyo crecimiento podría acotarse según cómo evolucione el resultado fiscal o la recaudación. Estas prácticas son usuales en muchos países, e incluso se han utilizado en varias oportunidades a lo largo de la historia argentina. Sin embargo, no son sustituto para el compromiso generalizado de la política con la sostenibilidad de las cuentas públicas”, concluyó.“Los vencimientos en dólares que vienen son altos, pero no imposibles de manejar. En el mundo de la deuda en pesos no vemos dificultades. La salida del cepo podría ayudar a que termine de reducirse el riesgo país y así refinanciar la deuda. Cumplir con estas obligaciones daría una señal muy fuerte sobre el cambio de época que dice traer el gobierno de Milei”, dijo Econviews como conclusión.