17 de diciembre de 2024
Truco para arrancar un coche en invierno y evitar que se quede sin batería
Los cambios de clima drásticos interfieren en el funcionamiento normal del auto y aumentan el riesgo de accidentes en la vía
El momento del arranque es crítico para el estado de la batería. Antes de girar la llave o presionar el botón de encendido, corroborar de que todos los elementos eléctricos estén apagados, incluidas luces, radio y calefacción. Estos sistemas consumen la energía que la batería necesita para arrancar el motor.
En autos con cambio manual, la DGT enfatiza en pisar el embrague a fondo antes de encender el vehículo. Este simple gesto desacopla la transmisión, facilitando el trabajo del motor de arranque y reduciendo la carga sobre la batería.Forzar el motor de arranque girando la llave por más de cinco segundos puede dañar tanto la batería como el propio motor. Si el auto no enciende al primer intento, espere al menos 20 segundos antes de intentarlo nuevamente. Este tiempo permite que la batería recupere parte de su energía.En vehículos diésel, encender los calentadores dos o tres veces antes de intentar arrancar puede marcar la diferencia. Este proceso asegura que el combustible esté a la temperatura adecuada para facilitar el encendido del motor.La ubicación del estacionamiento también influye en las probabilidades de un arranque exitoso. Lo ideal es guardar el coche en un garaje cerrado, donde las temperaturas sean más altas y constantes. Si no es posible, hay que aparcar en un lugar resguardado del viento o cerca de una farola puede ofrecer cierta protección contra el frío extremo.Otro truco útil es cubrir el capó del coche con una manta. Este método ayuda a mantener el motor de combustión un poco más cálido, lo que facilita el arranque en las mañanas más frías.El mantenimiento preventivo es clave para evitar problemas. Hay que verificar periódicamente el estado de la batería en un taller especializado, especialmente antes del invierno. Si la batería tiene más de tres años, considere reemplazarla, porque su capacidad tiende a disminuir con el tiempo.Además, realizar trayectos largos con cierta regularidad ayuda a mantener la batería cargada. Los viajes cortos, en cambio, no permiten que el alternador reponga la energía consumida durante el arranque, lo que acelera su desgaste progresivo.