17 de diciembre de 2025
Una estafa de $1,6 billones: cómo engañaron a bancos aprovechando la capacidad crediticia de tres empresas

Son cuatro los detenidos y otros dos los imputados, aunque no se descartan más arrestos. Usaban el estatuto de las firmas con documentos falsos para abrir cuentas, sacar créditos y después distribuir el dinero en cuentas varias y adquirir criptoactivos
El líder de la banda, de 38 años, es otro de los que está detenido. Maneja una financiera en Rosario. También quedó preso uno de los prestanombres para abrir empresas falsas y usarlas como puente para hacer desaparecer el dinero; como el sospechoso de 56 años que se hizo pasar como el accionista de la semillera de Pergamino y que logró abrir cuentas a nombre de esa firma y acceder a casi mil millones de pesos de la entidad bancaria que entró en la estafa.
“Uno de los detenidos fue a una sucursal bancaria de Buenos Aires con el estatuto original de la firma, pero con certificaciones falsas. Se hizo pasar como titular de la empresa, que por los volúmenes de dinero que maneja tiene un amplio poder crediticio, y abrió la cuenta”, explicaron la maniobra fuentes del caso a este medio.
El siguiente movimiento fue transferir 968 millones de pesos. Pero para eso hubo uno de los sospechosos que se encargó de abrir el homebanking y es ahí donde entra en juego el detenido que pagaba el servicio de internet de un despacho en Puerto Madero: la IP llevó a los investigadores a él.Con el homebanking creado y el dinero en la cuenta, llegó el momento de hacerla desaparecer. “El detenido que tiene la financiera en Rosario fue quien recibió la mitad de esos casi mil millones de pesos y los transformó en cripto >El flujo de dinero era: las sumas salían de las cuentas y rápidamente se dirigían a otras empresas de criptoactivos, allí experimentaban la conversión a activos virtuales y eran finalmente remitidas a billeteras digitales cuya titularidad no pudo ser identificada por los investigadores. Esa misma maniobra, la banda también la ejecutó con una empresa de Azul y con otra de la Ciudad de Buenos Aires, pero a estas dos firmas les sacaron unos $600 millones. Todas ellas guardaban vinculación con el sector agropecuario.


