2 de diciembre de 2025
La Unión Europea prepara nuevas sanciones contra Bielorrusia por su “ataque híbrido” contra Lituania
Bruselas acusó al régimen de Aleksandr Lukashenko de intensificar incursiones aéreas con globos utilizados para contrabando y de elevar la tensión en la frontera
Las autoridades bielorrusas difundieron que, tras revisar datos de navegación y material audiovisual, concluyeron que el vuelo del dron constituía una amenaza para su seguridad y una infracción del derecho internacional. El portavoz del ministerio, Ruslan Varankov, sostuvo que el incidente se sumaba a un patrón de supuestas provocaciones por parte de Vilna.
El Servicio Europeo de Acción Exterior también convocó este lunes al representante diplomático de Bielorrusia ante la UE para trasladarle su protesta formal por actos que considera “híbridos” y que “suponen una amenaza para la Unión”. Según Bruselas, los vuelos de globos con contrabando y la crisis de los camiones forman parte de una estrategia más amplia del Gobierno de Lukashenko para desestabilizar a los países vecinos.
Las tensiones entre Lituania y Bielorrusia se han intensificado desde 2021, cuando la UE acusó a Minsk de facilitar la llegada de migrantes desde Medio Oriente hacia las fronteras de Lituania y Polonia. La Comisión Europea calificó entonces esta actuación como un intento deliberado de instrumentalizar los flujos migratorios para presionar al bloque comunitario.El bloque comunitario mantiene desde hace cuatro años un régimen de sanciones progresivo que incluye restricciones financieras, prohibiciones de viaje y congelación de activos contra dirigentes bielorrusos, entre ellos Lukashenko y miembros de su familia. La UE acusa al mandatario, en el poder desde 1994, de sostener su Gobierno mediante prácticas autoritarias y de actuar como aliado estratégico de Rusia.La UE deberá definir ahora el alcance del nuevo paquete de sanciones, que podría incluir ampliaciones al listado de personas designadas y nuevas restricciones económicas. Bruselas sostiene que las medidas buscan frenar la presión bielorrusa sobre la frontera europea y enviar una señal política clara al Gobierno de Lukashenko sobre los límites de su actuación.


