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14 de noviembre de 2025

“Me hacían mentir, los controles de bacterias eran falsos”, las explosivas declaraciones de dos empleadas en la causa por el fentanilo mortal

El juez Ernesto Kreplak sigue reuniendo pruebas contra los 14 procesados y detenidos. Las ex trabajadoras de Laboratorios Ramallo, describen manipulación de controles, falsificación de registros y presión laboral en la planta elaboradora del medicamento contaminado para HLB Pharma Group

>En medio de la investigación judicial por la producción y distribución de fentanilo contaminado de los Laboratorios Ramallo S.A. y HLB Pharma Group SA, dos ex trabajadoras brindaron declaraciones testimoniales ante el Juzgado Federal N° 3 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak, que corrobora las pruebas que ya constan en el expediente: ambas describieron con precisión cómo se alteraban los controles de calidad, se falsificaban planillas y se maquillaban las condiciones de la planta ante inspecciones inminentes de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y que envases que se descartaban por contener partículas en suspensión u otros contaminantes como “pelos”, igual las enviaban a “rotulado” y salían al mercado.

Lucía Abeijón declaró que ingresó en febrero al laboratorio “sin estudios requeridos para el puesto” y fue asignada directamente al control de calidad.

Según relató, los productos presentaban fallas visibles:

Contó además que los empleados temían ser despedidos si informaban o rechazaban demasiados envases: “Cuando veían que descartábamos muchos, nos decían que no había que tirar tanto, que se revisaran de nuevo. Yo tenía miedo de que me echaran si decía algo, así que hacía lo que me pedían.”

También describió deficiencias en los procedimientos: “Los controles de esterilidad se hacían apurados, solo para que quedara registrado”.

La ex trabajadora también le dijo al juez: “Los frascos venían manchados o con restos de líquido, pero nos decían que igual los mandáramos a etiquetar”, y reconoció que incluso los envases con fallas “se mezclaban después con los buenos”.

Durante la suspensión de la producción de medicamentos por parte de la ANMAT ante las denuncias de supuestas muertes de pacientes vinculados al fentanilo de HLB Pharma por parte de la ANMAT, aseguró, “nos hacían poner todos los lotes entre diciembre y enero, fechas en que el laboratorio estaba habilitado, y tuvimos que camuflar todos los lotes”.

Abeijón añadió que completaban planillas de años anteriores: “Llenábamos papeles viejos de 2023 y 2024, nos turnábamos la lapicera y la letra para que no se note. Después aparecían firmadas en la computadora”.

El supervisor identificado como Esteban era, según su testimonio, quien impartía las órdenes: “Nos decían que venía ANMAT, cambiaron pisos, máquinas y vestuarios”.

También relató condiciones precarias de trabajo: “Había días que directamente no se podía trabajar por el olor o por los derrames, pero teníamos que quedarnos igual”.

“Se priorizaba que los lotes salieran antes de que llegara ANMAT, aunque no estuvieran completos”.

Por su parte, Bárbara Pennisi, técnica de análisis clínicos que trabajó en el área de microbiología, contó que ingresó al laboratorio en febrero y se fue en mayo, luego de tres meses de “período de prueba”.

Su relato expone manipulación directa de los resultados bacteriológicos: “Contábamos las bacterias, daba +10, y siempre nos hacían poner -1. Me hacían mentir básicamente.”

“Nos hacían escribir resultados que no estaban hechos ni analizados.”

“No teníamos barbijos ni guantes suficientes, y a veces trabajábamos con la ropa de calle”. Pennisi dijo que “había análisis que directamente no se hacían, pero igual aparecían cargados en el sistema”.

Relató que el sector usaba “planillas viejas fotocopiadas, sin número de lote, y después se las completaba a mano”, y que en ocasiones la obligaban a quedarse horas extra “para llenar datos de cosas que no se habían hecho, solo para tener el cuaderno completo.”

“El miedo era constante, nadie quería perder el trabajo, y todos sabíamos que había cosas que no estaban bien”.

La técnica reveló también que se reescribían los libros de producción, arrancando hojas y reemplazándolas con nuevas para ajustar los lotes: “Agregaban lotes viejos de antes de 2025 para encajarlos en ese tiempo porque la producción estaba cortada y necesitaban vender. Le sacábamos el anillado, agregábamos la hoja nueva y poníamos el sello del laboratorio”.

“Cambiaron pisos, puertas, pintaron todo y ordenaron los depósitos”, detalló Abeijón.

También describió el clima interno de esas semanas:

Ambas coincidieron en que la mayoría del personal era inexperto y que los controles reales estaban ausentes.

Los relatos de las testigos se alinean con el contenido de los chats internos incorporados al expediente, extraídos de los teléfonos de los principales imputados. Los mensajes revelan que, ante el aviso de una inspección de la ANMAT, los responsables ocultaron reactivos vencidos y manipularon documentación para “simular” normalidad.

En otro intercambio, un operario se quejaba del apuro por “maquillar” las instalaciones:

La improvisación era total. En otro grupo de trabajo, los responsables del área de control admitían el manipuleo de documentación y resultados falsos:

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