20 de octubre de 2025
Los secretos de Placente como DT: quién lo contrató, la filosofía de Pekerman que aplica y por qué tomó el lugar de Mascherano
Los métodos del entrenador que fue campeón mundial Sub 20 como futbolista y está a un paso de repetir en Chile
En el decálogo de educación y convivencia que tenían sobre la mesa Pekerman y Hugo Tocalli también había otros ítems: saludar a todos los empleados del predio, cuidarse con las contestaciones, no levantar los brazos o gesticular en señal de reprobación a un compañero y no pecar de egoísta a la hora de convertir un gol o aportar una asistencia: “Lo importante es que la jugada termine en gol. Un día puede ser tapa uno y al otro día otro. Cuando pasa el año, estas señales de respeto dan sus frutos y uno piensa que vale la pena lo que estamos haciendo”.
A fines del año pasado, a Placente le surgió la oportunidad de reemplazar a Javier Mascherano (fue contratado por Inter Miami) en el Sub 20 nacional y decidió aceptar el desafío: “Me animé porque era una camada de chicos que conocía. Los de esta edad son más profesionales. Tenés que entrenar más lo táctico con un objetivo, sin perder la diversión y alegría de un entrenamiento. Con la Sub 17 podés jugar más todavía. Los entrenamientos son más a largo plazo. Tenés a los chicos tres veces por semana y ni siquiera tiramos córners, ya que eso se hace cerca de un campeonato. Con ellos es darles volumen de juego y dinámica al entrenamiento. Se van potenciando y su nivel crece. A los Sub 20 los citás solo en fecha FIFA y es más difícil, por eso es importante el proceso anterior. Ahí sabés lo que pueden dar a futuro y cómo reaccionarán al ponerse la camiseta de la Selección en un partido decisivo”.
En cuanto a los secretos para diferenciarse con seleccionados europeos que se destacan por su técnica u otras que lo hacen por su físico, remarcó: “Cuando jugás con potencias en ese sentido, te das cuenta que, por ADN, terminás perdiendo. Tratamos de jugar como nosotros, el chiquitito que se la aguanta, amaga, toma un tiempo de más, hace una pausa, algo distinto. Ese atrevido, que es irrespetuoso, eso hace una diferencia. Combinar el potrero con inteligencia. El europeo juega a dos toques, le pega bien, juega simple y es rápido. Pero no siempre hay que jugar a dos toques. Hay algunos jugadores que la pueden tener y gambetear. Nosotros les damos libertad para eso. Queremos ser protagonistas del partido, tener la pelota y que no nos queme. Entrenamos eso. Sabemos que nos vamos a equivocar y podemos sufrir algún gol en contra, pero intentamos mejorarlo”.No todas las situaciones con los jóvenes son agradables: también hay cuestiones personales que afrontar y citaciones en las que se deben dejar afuera a algunos en el proceso final. Placente admitió que, cuanto más sabe de la vida del chico, más se encariña y le cuesta tomar la decisión de quitarlo de una lista. Incluso llora cuando eso sucede. En general, elige el método que aplicaba Pekerman cuando él era futbolista: el mano a mano para argumentar la determinación. En tanto, también hizo hincapié en las formas dentro de la cancha cuando el ambiente está caldeado, como sucedió con Brasil en el último Sudamericano: “Uno puede bajar línea. Cuando le ganamos 6-0 no había que cargarlos porque nos podíamos encontrar de nuevo. Había que disfrutar dentro del vestuario y bajar decibeles. Con el tiempo íbamos a saber que era algo histórico, pero recién arrancaba el torneo y era lógico que no hubiera tanta espuma”.“Hay que charlarlo, pero es difícil seguir en dos selecciones. Pasar de ver chicos de Primera y Reserva a mirar chicos de Séptima, Octava y Novena, hay un contraste grandísimo. Los ritmos y objetivos son diferentes. Seguramente después del proceso se sume gente. Cuando uno abarca mucho, pierde también el ojo y objetivo. Yo disfruto estar en la formación y ver dos o tres categorías por fin de semana. Ver chicos nuevos, descubrirlos, observar cómo mejoran e ilusionarme. Me gusta más el proceso de la Sub 17”.