9 de octubre de 2025
Una lesión absurda y la decisión “más dolorosa”: el día que Bilardo le comunicó a Russo que no jugaría el Mundial 86

El técnico de Boca, quien murió este miércoles a los 69 años, fue parte del preceso de Eliminatorias y era un hombre del riñón del Doctor. “Carlos me dijo que lo iba a odiar, pero me avisó: ‘El día que seas técnico te vas a dar cuenta’. Tenía razón”, supo reflexionar Miguel
El vínculo entre Russo y Bilardo trascendió lo estrictamente futbolístico. El propio Russo reconoció años después la influencia de su entrenador: “Carlos me puso en Primera División, me llevó de Quinta al plantel profesional. Él creció como entrenador y yo como jugador casi a la par. Me preparó para ser entrenador sin que me diera cuenta y se lo valoro muchísimo. Todas las cosas que me decía tenían un doble sentido, como jugador y para que después fuera entrenador”.
Esa relación se trasladó a la selección argentina, donde Russo se consolidó como una pieza clave durante el ciclo que siguió al Mundial de España 1982. Entre 1983 y las Eliminatorias para México 86, el mediocampista disputó 17 partidos, incluyendo cinco de los seis encuentros clasificatorios, y anotó un gol ante Venezuela en el estadio Monumental. Si hasta apareció en el álbum Panini, como preanuncio de que su presencia en la lista mundialista parecía cantada.
La primera gira de la Selección en 1986 marcó un punto de inflexión. Bilardo decidió no incluir a Russo en ese viaje y convocó en su lugar a Gerardo Martino. Aunque el mediocampista volvió a jugar oficialmente con Estudiantes el 6 de abril, la lista definitiva de la Albiceleste, anunciada once días después, no incluyó su nombre. La decisión, inevitable desde el punto de vista médico y deportivo, representó un golpe para quien había sido un pilar durante todo el proceso de preparación.
El momento en que Bilardo comunicó la exclusión a Russo quedó grabado en la memoria de ambos. El técnico eligió un día particularmente sensible: el cumpleaños de la esposa de Russo, con la casa llena de invitados. “Lo malo fue decirle que no iba al Mundial. Pero él no estaba bien. Fue un dolor muy grande para mí tomar esa decisión”, supo confesar el Narigón.El respeto y el afecto perduraron en el tiempo. Tanto que, luego de que a Bilardo le diagnosticaron el sindrome de Hakim-Adams, se mantuvo al tanto de su estado de salud, aunque optó por no visitarlo. “Le pregunto a la familia cómo está y no se me ocurre ir a verlo. Soy una persona que vive con las cosas que vivió y se queda con las mejores”, explicó.