1 de septiembre de 2025
Disciplina, tecnología y mentalidad, las claves que sostienen la carrera de Mohamed Salah en la élite de la Premier League

El egipcio fue elegido por tercera vez como Jugador del Año por la Asociación de Futbolistas Profesionales de Inglaterra. Cómo el delantero del Liverpool logra mantener su protagonismo en la cancha
El doctor Ben Rosenblatt, expreparador físico de la selección inglesa, explicó a The Athletic que Salah da prioridad al fortalecimiento del tronco para absorber el contacto y moverse con agilidad en espacios reducidos, clave en su forma de jugar.
En su vivienda, dos habitaciones están dedicadas exclusivamente a su preparación: cuenta con pesas libres, cinta de correr, bicicleta estática, máquina de Pilates y aparatos de resistencia. Además, utiliza crioterapia, exponiéndose a temperaturas extremas para acelerar la recuperación muscular, y una cámara hiperbárica que le permite recuperarse más rápido tras partidos exigentes. “Mi esposa dice que paso más tiempo con mis máquinas que con ella”, reconoció Salah en una entrevista con L’Equipe.La alimentación minuciosa es otra clave de su método y termina extendiéndose al vestuario. Salah aconsejó a Harvey Elliott alejarse del pan blanco y cambiarlo por opciones más saludables.
Su desayuno incluye, por lo general, pan integral con frijoles o aguacate; en su dieta dominante no faltan el brócoli, las batatas, pescados, pollo y ensaladas. Si sale a comer, prefiere sushi y solo se permite una pizza mensual o un koshari cuando regresa a Egipto.Además del físico, la fortaleza mental sostiene toda la estructura. Salah incorpora la meditación y la visualización a su rutina diaria: dedica minutos a imaginarse en situaciones de gol y analiza porteros rivales.
Complementa ese trabajo con yoga y ejercicios de respiración guiada para administrar la presión y regular las emociones. “La regulación emocional es fundamental para quien debe rendir bajo presión extrema de forma repetida”, explicó Rosenblatt en The Athletic.Modificó además el punto de partida de sus desmarques, arrancando desde posiciones más retrasadas para aprovechar el espacio y alcanzar velocidades de hasta 31,1 km/h, la cifra más alta de su carrera.
Detrás de cada logro, hay un ritual diario: entrenamientos diseñados al milímetro, alimentación precisa y una mente enfocada en el detalle.El fútbol europeo encuentra en el egipcio no solo a un campeón, sino a un símbolo de profesionalismo, evolución y resiliencia.