27 de agosto de 2025
El primer ministro de Haití viaja a Estados Unidos para buscar apoyo internacional ante la crisis de seguridad y reconstrucción

Alix Didier Fils-Aime viaja a Washington para participar de un encuentro con la ONU, la OEA y la Caricom, donde se debatirá la actualización de la hoja de ruta y las necesidades financieras del país caribeño
En ese sentido, la reunión de Washington se considera un escenario crucial para articular apoyos externos y definir acciones concretas hacia la reconstrucción nacional.
En el marco de la estrategia vigente para reforzar la estabilidad en Haití, la cooperación entre organismos multilaterales juega un rol esencial. Según las directrices de la hoja de ruta presentada por la OEA, tres instituciones asumirán funciones diferenciadas con el objetivo de aprovechar su experiencia y recursos.La Organización de los Estados Americanos (OEA) gestionará la coordinación general y la movilización del respaldo político y financiero necesario para el proceso haitiano.La OEA será responsable de facilitar la comunicación con donantes y actores involucrados, así como de garantizar la introducción eficiente de programas de apoyo en terreno.A su vez, la ONU ofrecerá asistencia técnica constante, desarrollando estrategias para consolidar la seguridad y el respeto a los derechos humanos, y realizará el seguimiento de los compromisos adoptados. También pondrá a disposición sus capacidades logísticas y su experiencia en misiones de paz, respondiendo a la solicitud expresa del gobierno haitiano y de los socios regionales
La preocupación internacional se basa en el marcado deterioro de la seguridad pública y en la expansión de la violencia en gran parte de Haití. Según datos de la ONU, durante los primeros seis meses del año se produjo un aumento del 24 % en los homicidios intencionados, con un total de 4.026 asesinatos. El fenómeno de las bandas armadas, responsables del control de casi el 90 % de la capital, forzó el desplazamiento interno de cerca de 1,3 millones de personas.Según la información brindada por la agencia EFE, este éxodo ha impuesto condiciones extremadamente precarias a las familias y presionó los sistemas de ayuda humanitaria, haciendo más difícil la reconstrucción social. Además, la fuerza de los grupos armados pone en evidencia la fragilidad de las instituciones estatales para proteger a la ciudadanía y controlar el territorio. Los intentos de las fuerzas de seguridad nacionales hasta la fecha han resultado insuficientes ante el accionar violento y organizado de las bandas.