20 de agosto de 2025
Estados Unidos acusó a India de beneficiarse de las compras de petróleo ruso
Washington denunció que Nueva Delhi practica un “arbitraje” al comprar crudo ruso barato y revenderlo como producto, una maniobra que el secretario del Tesoro Scott Bessent calificó de “inaceptable”
En los mercados, el enfrentamiento generó nerviosismo, aunque la rupia india experimentó una subida reciente. Analistas consultados por Reuters atribuyeron el repunte a la expectativa de que los aranceles no escalen más allá del 50% ya anunciado, y a reformas internas como la del impuesto sobre Bienes y Servicios, que inyectaron confianza entre los inversores. Aun así, el temor a que las refinerías indias reduzcan sus órdenes de crudo ruso por el nuevo escenario tarifario añade incertidumbre sobre los precios internacionales del petróleo.
El trasfondo energético es clave. Tras la invasión de Ucrania, Europa y Estados Unidos impulsaron un tope al precio del crudo ruso como forma de restringir los ingresos de Moscú. India, sin embargo, vio en esos descuentos una oportunidad estratégica: asegurar suministro energético barato en un contexto de creciente demanda interna. Ese pragmatismo benefició a la economía india, pero a costa de deteriorar la confianza de sus aliados occidentales.Otros especialistas coinciden. Lauri Myllyvirta, del Centre for Research on Energy and Clean Air, señaló en una entrevista al Wall Street Journal: “Parece que existe un comercio donde el crudo ruso se refina en India y luego parte de él se vende a Estados Unidos”.
Para Modi, en cambio, la ecuación es distinta. India no se adhirió a las sanciones occidentales y ha defendido su autonomía energética como una decisión soberana. Desde su perspectiva, las importaciones de crudo ruso no solo garantizan estabilidad interna, sino que refuerzan la posición internacional de India como potencia capaz de diversificar sus socios. Esa lógica le ha permitido también acercarse a China en foros regionales, pese a las tensiones fronterizas históricas, y enviar la señal de que no aceptará imposiciones unilaterales de Washington.El choque actual representa la peor crisis bilateral en al menos dos décadas. La cooperación estratégica en defensa y tecnología, que había crecido bajo la premisa de contrarrestar la influencia china en el Indo-Pacífico, ahora se encuentra amenazada por una disputa comercial que se transformó en pulso geopolítico.El desenlace sigue abierto. Si India mantiene sus importaciones, Trump podría avanzar hacia sanciones secundarias que castiguen a empresas que negocien con crudo ruso, un esquema más agresivo que tendría repercusiones globales. Si, en cambio, Modi accede a reducir sus compras, el costo político interno podría ser alto: la oposición en Nueva Delhi ya acusa al gobierno de ceder ante la presión estadounidense.