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7 de marzo de 2025

Denunció que su novio se había suicidado, pero terminó presa y acusada de haberlo asesinado

Una mujer de 44 años fue imputada por el crimen de su pareja, de 39, en un departamento ubicado en el macrocentro de Rosario. Las pistas que orientaron el caso a pensar que la víctima no se había matado

>La investigación por la muerte de Tomás Saravalli, de 39 años, quien fue hallado con un disparo en la frente el martes de la semana pasada en su departamento de la ciudad de La mujer, identificada como Melisa Piano, de 44 años, fue llevada este miércoles a audiencia imputativa, donde le atribuyeron la presunta autoría material del crimen.

Según la acusación, llevada a cabo por el fiscal Alejandro Ferlazzo, Piano le disparó en la frente a Tomás y una hora después llamó para denunciar que su novio se había suicidado.

Allí fue que Piano, aprovechando que su pareja descansaba con un antifaz negro –para evitar que la luz natural dé en su rostro– le dio un tiro en la frente con una pistola Bersa Thunder Ultra-Compact calibre .40 con numeración visible.

Lo curioso fue que una hora después del disparo, la mujer llamó a un familiar para indicarle que su novio se había suicidado. Sin embargo, cuando llegó el gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones bajo las directivas del fiscal Matías Edery –de Homicidios Culposos– al edificio de Alvear al 1500, llamó la atención de que la escena no encuadraba con la de un suicidio.

En primer término, por el lugar de la herida: en la frente. En segundo lugar, porque Melisa aseguró que él se había baleado con su mano izquierda, cuando no es su mano hábil. Tercero: la única vaina servida la arrojó al cesto de la basura.

Melisa Piano, en tanto, este miércoles, en la audiencia imputativa, volvió a insistir en que se trató de un suicidio.

Otra situación que fue mencionada por el fiscal Ferlazzo, que interviene en el caso, ponderó las “inconsistencias” en el relato de la sospechosa. Por caso, haber alegado que había tirado la vaina porque no había considerado que su novio estaba muerto, siendo que dicho casquillo estaba al lado del cadáver, que tenía un orificio de arma de fuego en la frente y en el almohadón que tapaba su cara, manchado con sangre. Además, enfatizó que recién una hora después del tiro llamó para pedir auxilio por el supuesto suicidio.

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