5 de febrero de 2025
La trágica y fascinante historia de Chang y Eng, los gemelos unidos por el torso que dieron origen al adjetivo “siameses”
Nacidos en Siam y vendidos a comerciantes extranjeros, recorrieron el mundo como atracción antes de recuperar el control de sus vidas. Ascenso social, contradicciones y un inesperado final
El siglo XIX en América era un escenario de maravillas y horrores. La sociedad puritana encontraba su entretenimiento en lo grotesco, en lo que se desviaba de la norma. Chang y Eng fueron exhibidos como “Los Gemelos Chinos” y sometidos a la inspección de médicos y espectadores que deseaban verificar con sus propios ojos que eran reales. Fueron obligados a desnudarse sobre el escenario para despejar cualquier duda sobre su unión. Algunos se acercaban y tocaban la carne que los unía, como si fuesen objetos de feria. Eran tratados como esclavos, aunque legalmente no lo fueran, afirma Yunte Huang en su libro Inseparables.
Durante cuatro años, viajaron por Estados Unidos y Europa, conociendo un mundo vasto que se desplegaba ante ellos con promesas de dinero y humillación. Pero eran inteligentes. No eran simples figuras pasivas en manos de sus explotadores. Al cumplir 21 años, los gemelos rescindieron su contrato y comenzaron a gestionar su propio espectáculo, quedándose con las ganancias.El sur de Estados Unidos les ofreció aceptación, pero a un precio. Según La Vanguardia, al ser considerados “blancos honorarios” por su dinero y fama, adquirieron esclavos para trabajar en su propiedad. De ser exhibidos como fenómenos, pasaron a ser propietarios de personas. En la guerra civil, sus hijos lucharon por la Confederación. La contradicción de su vida se ensanchaba con cada año que pasaba.
La sociedad no los veía como hombres comunes, y eso se hizo evidente cuando se casaron con las hermanas Sarah y Adelaide Yates. Este matrimonio fue un escándalo, ya que rompía las leyes antimestizaje del sur. Tuvieron 21 hijos entre los dos. Para compartir su vida con sus esposas, establecieron un sistema: vivían tres días en una, luego cambiaban.El final llegó como una sombra que se arrastra lentamente. Chang cayó en el alcoholismo y sufrió un derrame cerebral, quedando parcialmente paralizado. Eng tuvo que cargar con el peso de su hermano enfermo, su pierna inmóvil envuelta en un cabestrillo. Daily Mail dice que Chang se enfermó gravemente una noche y murió en la madrugada del 17 de enero de 1874. Cuando Eng despertó y sintió el cuerpo sin vida a su lado, el horror lo paralizó. Gritó por ayuda, pero ya era tarde.
Horas después, Eng también murió. La causa exacta de su muerte es incierta. Algunos médicos creen que falleció por el shock de estar atado a un cadáver, otros sugieren que su circulación colapsó al no recibir sangre de su hermano.La historia de los Bunker no es solo la de dos hombres unidos por la carne. Es la historia de la humanidad enfrentando lo desconocido con fascinación y crueldad. Cada año, sus descendientes se reúnen en Mount Airy. Más de 1.500 personas llevan su sangre. Pero su legado va más allá del parentesco. Siguen presentes en la palabra que el mundo entero utiliza hasta hoy: siameses.