No pasó nada en el Monumental. River y Racing jugaron con mayoría de suplentes pensando en sus compromisos de Copa Libertadores y salió un partido aburrido y con pocas chances de gol. Por eso fue 0-0 en el Monumental, resultado que de poco les sirve pensando en el campeonato local.

River se hizo dueño de la pelota desde el comienzo. Con el envión del triunfo sobre Boca, el equipo de Gallardo salió decidido a ir por la victoria y con Leonardo Pisculichi a la cabeza se encargó de arrinconar a Racing en su propio arco.

Primero, el propio Piscu, que busca un lugar entre los titulares en el clásico del jueves, probó con un disparo desde afuera que se fue cerca del arco de Nelson Ibáñez. Y un rato después llegaría la más clara. Tras un corner, Germán Pezzella cabeceó en el área de enfrente y Pablo Alvarado, que estaba parado en la línea de gol, impidió el 1-0.

El local insistió y Lucas Boyé contó con su oportunidad, también luego de un tiro de esquina y un rebote que dio la defensa visitante. Era todo de River. Pero Racing se iba a acomodar cerca de los 30. Cocca se dio cuenta de la mala decisión que tomó al poner a Alvarado de doble cinco y cambió. Entró Marcos Acuña y con poco, la Academia creció. Le alcanzó con poder salir del fondo y con acercarse al arco de Marcelo Barovero, por lo menos, para avisar que estaba en el partido.

Como en el primero, River salió a buscar el partido en el segundo tiempo y volvió a hacerse dueño de la pelota. Racing, muy replegado, se dedicó a aguantar y a buscar alguna contra salvadora, que nunca llegaría.

Gallardo movió el banco, puso a Gonzalo Martínez y después a Giovanni Simeone para cambiar y para vulnerar a una sólida defensa liderada por Luciano Lollo. Pero el cero también se mantuvo en el arco de enfrente.

Finalmente, los dos cumplieron con el trámite, que terminó en un aburrido 0-0. Sus cabezas ya estaban puestas en los compromisos del jueves ante Boca y Montevideo Wanderers, para seguir adelante en la Copa Libertadores.