17 de diciembre de 2025
Tierra del Fuego se diversifica: una nueva ley habilitó el cultivo de salmón y trucha

Los legisladores sancionaron un marco regulatorio con requisitos ambientales, que abre el camino a mayores inversiones y empleo vinculado a nuevas cadenas productivas.
Uno de los objetivos declarados de la ley es estimular la llegada de capitales y tecnología aplicada a la cadena de valor acuícola, lo que abarca segmentos como la genética, los alimentos, la logística, el procesamiento industrial y los servicios especializados. En ese escenario, los sectores involucrados proyectan la apertura de fuentes de trabajo en ramas vinculadas a la investigación, mantenimiento y operación de plantas, así como en actividades logísticas y de soporte.
El régimen aprobado no solo elimina la prohibición absoluta sobre la acuicultura, sino que también establece un sistema de evaluación ambiental estricta y de reglas claras para la radicación de proyectos. El texto sancionado prohíbe la instalación de salmoneras sobre el Canal Beagle, la Laguna Esmeralda y el Lago Fagnano, considerados espacios de relevancia ambiental o turística, mientras habilita la producción en otras zonas aptas bajo estándares internacionales.
“Otro paso hacia la normalidad. La acuicultura deja de estar prohibida. Tierra del Fuego tiene que desarrollar sus ventajas competitivas. Tres que son obvias son el gas, el turismo y la acuicultura. Falta que saquen los galpones de Ushuaia para que pueda explotar su potencial turístico a pleno. Argentina será próspera”, dijo el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, en su cuenta de X, en respuesta a un posteo del senador Coto en el que hacía referencia a la ley aprobada.
El turismo aparece entre las actividades prioritarias dentro de la economía fueguina. Este sector genera empleo para más de 16.000 habitantes y se ubica como principal fuente de ingresos para la región. Las autoridades subrayaron que la nueva ley no afectará este rubro y, en cambio, promoverá la convivencia de sectores, asumiendo el turismo como uno de los motores ya consolidados.
La sanción de la ley también se presenta como una herramienta para revertir la dependencia local de importaciones. El consumo argentino de salmón supera las 5.000 toneladas anuales y, hasta ahora, el país se abastece íntegramente de proveedores extranjeros, principalmente desde Chile. La producción local permitiría abastecer parte del mercado interno y fortalecer la capacidad exportadora de Tierra del Fuego.Además, el sector pesquero argentino enfrenta una pérdida de presencia en el comercio internacional, a pesar de las ventajas naturales que ofrece su litoral marítimo. El bajo desarrollo de la acuicultura funcionó como un obstáculo para captar nuevos mercados. En contraste, la producción acuícola de salmónidos en países competidores creció rápido y alcanzó valor comercial destacado.Durante la discusión parlamentaria, legisladores y referentes económicos remarcaron la potencialidad de la acuicultura no solo desde el punto de vista de la generación de divisas, sino también por su aporte al empleo calificado. Dentro de los servicios asociados aparecen segmentos como la investigación y desarrollo (I+D), la aplicación de soluciones en genética, la producción de alimentos balanceados, el mantenimiento y control sanitario, la logística, la ingeniería de redes, la tecnología de procesamiento y la distribución.
Las regulaciones incorporadas en la provincia se inspiraron en los estándares internacionales de certificación ambiental. Todo proyecto deberá someterse a evaluación técnica en materia de impacto ecológico y productivo. El texto pone énfasis en la prevención de daños sobre ecosistemas frágiles y en la transparencia de los mecanismos de control y fiscalización. El Estado provincial participa en la elaboración de parámetros de sustentabilidad y en la definición de incentivos para incentivar el desarrollo bajo directrices ambientales.
Actores sociales y empresariales esperan que la integración de la acuicultura al espectro productivo derive en atracción de inversiones. Los datos permiten proyectar la creación de empleos directos e indirectos en segmentos de alto valor, tanto en actividades extractivas y de cría como en las etapas de industrialización y exportación de los productos resultantes.


