Jueves 4 de Diciembre de 2025

Hoy es Jueves 4 de Diciembre de 2025 y son las 22:54 -

4 de diciembre de 2025

El liderazgo de Zak Brown y las decisiones menos visibles que reescribieron el destino de McLaren en la Fórmula 1

El empresario estadounidense, compartió en diálogo con “High Performance”, su diagnóstico inicial sobre la crisis interna del equipo británico. Su análisis profundo marcó el inicio de una transformación radical y un nuevo rumbo para la histórica escudería

>Cuando Más allá de los problemas técnicos y financieros, el diagnóstico del empresario estadounidense fue claro: la falta de dirección y cohesión interna amenazaba la supervivencia de uno de los equipos más emblemáticos de la La separación de McLaren con Honda dejó al equipo en una posición financiera delicada. Brown explicó que abandonar al proveedor japonés significó perder un acuerdo “muy lucrativo”, la provisión de motores y una relevante contribución económica. “Estábamos perdiendo dinero, estábamos luchando, y luego tomamos la decisión consciente de cavar un hoyo más profundo porque necesitábamos salir de él, y eso fue enorme”, relató.

Aquella sustitución de motores no ofreció el impulso inmediato esperado, lo que generó la necesidad urgente de buscar inversiones externas para mantener la supervivencia del conjunto.

“Decidimos jugar a la ofensiva. Salimos a recaudar el dinero necesario para darle a este equipo todas las oportunidades”, afirmó Brown. Fue fundamental el apoyo de Paul Walsh, presidente de McLaren, y la inversión llegada desde Abu Dhabi a través de Cyvin, que ofrecieron el oxígeno financiero imprescindible para la recuperación.

Al hacerse cargo del equipo, encontró un entorno deteriorado. En relación con sus primeras impresiones, relató: “Patrocinadores molestos, aficionados molestos, empleados molestos. Todo el mundo señalaba a Honda como el culpable”.

Sin embargo, detectó que los problemas eran más profundos. “No estoy seguro de que la falta de transparencia con nuestros empleados no tuviera algo que ver. Empezamos a desentrañar todo y nos dimos cuenta de que el verdadero problema era la falta de liderazgo y visión”, sostuvo.

La reconstrucción supuso revisar a fondo el equipo de dirección. Brown relató que evaluó a cada miembro del liderazgo, promocionando a quienes compartían valores y ritmo, e incorporando perfiles externos con experiencias diversas. “Buscaba personas que hablaran el mismo idioma, que tuvieran la misma pasión y creatividad, y que estuvieran dispuestas a hacer las cosas de manera diferente”, detalló.

Uno de los cambios más profundos fue la ruptura de la histórica división entre los departamentos comercial y deportivo: “Ahora todos entienden que el éxito comercial es imprescindible para que el equipo de carreras tenga las herramientas necesarias, y viceversa. Trabajamos juntos, orgullosos de encontrar soluciones que beneficien a ambas áreas”.

La convivencia entre Lando Norris y Oscar Piastri se presentó como un modelo de profesionalismo. “Tenemos dos pilotos que se llevan muy bien, y no ha habido ningún conflicto”, aseguró el director ejecutivo.

Incluso después de incidentes en pista, la comunicación y la transparencia mantuvieron la armonía entre los corredores: “Nunca han culpado al otro. Cuando se molestan, es más con Andrea (el team principal) o conmigo, porque intentamos ser justos y equilibrados”.

También enfatizó su cercanía con los pilotos: “Estoy en contacto con Lando y Oscar cada semana, si no es todos los días. He jugado golf con Lando unas 15 veces, he salido a manejar autos de carrera con Oscar. Hay una relación real y una gran comunicación”.

Durante su gestión, subrayó el valor de la autocrítica y el aprendizaje: “Nunca hemos dicho que somos perfectos. Escuchamos las críticas constructivas y aprendemos de los errores”. Incluso tras éxitos importantes, como en Silverstone, el equipo revisó minuciosamente sus áreas de mejora. “No hay vuelta perfecta. Siempre se puede hacer mejor. Queremos aprender de cada situación”, señaló.

La toma de decisiones se apoya en la apertura y el debate. El director invitó a su equipo a contradecirlo y desafiar las ideas, fortaleciendo así la cohesión: “Si me equivoco, lo reconozco y pido disculpas. No somos arrogantes, sabemos que podemos equivocarnos”.

La política y el juego psicológico son parte inherente del paddock. Relató usos estratégicos de declaraciones para provocar incógnitas en sus rivales: “Eso genera dudas internas en el otro equipo y puede distraerlos. Es parte del juego”.

Al hacer balance, Zak Brown destacó que su orgullo no proviene de los títulos, sino del equipo formado: “Creo que lo que más me enorgullece es el equipo que hemos creado y los dos pilotos. Aquí estamos y tan unidos como equipo. Eso es lo que más me enorgullece”.

COMPARTIR:

Comentarios

  • Desarrollado por
  • RadiosNet