25 de noviembre de 2025
La historia de Jannik Sinner: cómo el equilibrio, la familia y la humildad forjaron a una nueva estrella del tenis
En una entrevista con Vanity Fair, el tenista reveló el costado más íntimo de su vida fuera del circuito: el valor de la familia, su miedo a la oscuridad y la madurez que lo convirtió en una de las figuras más admiradas del deporte
A pesar de los éxitos deportivos, Sinner no esconde sus vulnerabilidades. Frente a un grupo de niños, admitió que la oscuridad le genera inquietud desde niño. “A veces por la noche dejo una luz pequeña encendida, o la persiana un poco levantada”, confesó en declaraciones recogidas por Vanity Fair España.Esa sinceridad ofrece un contrapunto humano a la fortaleza que demuestra en la pista, descubriendo a un joven que, pese al éxito, todavía convive con miedos cotidianos.El entorno familiar fue esencial para Sinner tanto en lo personal como en lo profesional. Sus padres y hermano lo acompañaron en los momentos más importantes de su carrera, como en Turín y Viena. Laila Hasanovic, su novia, también estuvo presente en grandes citas. El tenista expresa su orgullo por sus orígenes: “Estoy muy contento de haber nacido en Italia y no en Austria, o en otro sitio, porque este país se merece mucho más, incluso de lo que estoy haciendo”. La diversidad y la unidad dentro del deporte italiano son para él un fuerte motivo de inspiración.La amistad con su mánager, Alex Vittur, es fundamental en su vida. Más que representante, Vittur se convirtió en consejero y confidente durante más de una década. Por su influencia, Sinner evitó decisiones impulsivas de juventud, como la compra de autos de lujo. “Alex me dijo: ‘No, con 18 años no te compras este coche, ¿a dónde crees que vas…?’ Menos mal que tengo a alguien así a mi lado, que me hizo abrir los ojos sobre ciertas cosas”, relató Sinner a Vanity Fair España. Lejos de la raqueta, Sinner mantiene pasiones conectadas con su infancia. El esquí, deporte que practicó antes de dedicarse al tenis, continúa entre sus actividades favoritas. Si su trayectoria deportiva hubiera sido diferente, se habría volcado a la Fórmula 1; admira a Charles Leclerc y sigue a Ferrari. El gusto por los motores y los Go-Karts se vio controlado gracias a la influencia de Vittur.
La respuesta fue inmediata: el propio Smith, a través de una publicación de Instagram, aceptó el reto con humor y compartió un fotomontaje sosteniendo la copa de Wimbledon con un peinado similar al del tenista italiano, gesto que añadió simpatía y cercanía a la figura del deportista.
Sinner cultiva hábitos sencillos y gustos propios, lejos del estereotipo del deportista inalcanzable. Considera fundamental el descanso; solo el temor a la oscuridad perturba un sueño que suele ser reparador.Con 24 años, Sinner atraviesa una etapa de crecimiento en la que los errores forman parte del aprendizaje. La presencia de figuras como Alex Vittur fue determinante para conservar el equilibrio y la perspectiva en el camino de una carrera sometida a grandes exigencias y exposición pública.
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Lejos de la raqueta, Sinner mantiene pasiones conectadas con su infancia. El esquí, deporte que practicó antes de dedicarse al tenis, continúa entre sus actividades favoritas. Si su trayectoria deportiva hubiera sido diferente, se habría volcado a la Fórmula 1; admira a Charles Leclerc y sigue a Ferrari. El gusto por los motores y los Go-Karts se vio controlado gracias a la influencia de Vittur.
La respuesta fue inmediata: el propio Smith, a través de una publicación de Instagram, aceptó el reto con humor y compartió un fotomontaje sosteniendo la copa de Wimbledon con un peinado similar al del tenista italiano, gesto que añadió simpatía y cercanía a la figura del deportista.


