19 de noviembre de 2025
Plásticos en los océanos: un estudio revela cuánta contaminación resulta letal para la fauna marina

Una investigación identificó los umbrales críticos de residuos ingeridos que aumentan el riesgo de fallecimiento en aves, tortugas y mamíferos
Se detalla que el volumen de material ingerido resulta un indicador más preciso que el número de piezas para anticipar el desenlace fatal, especialmente porque la obstrucción física del tracto digestivo es la causa principal de muerte vinculada a plásticos.
Las necropsias permiten constatar que las muertes por plásticos suelen deberse a obstrucción, perforación o torsión intestinal producida por los desechos ingeridos. La mayoría de las veces, ese daño proviene de objetos como bolsas, globos, fragmentos duros, sogas o redes. En el caso de las aves, el estudio evidencia una sensibilidad particular al caucho y los globos por su elasticidad, que puede facilitar el taponamiento de los conductos internos.
“La dosis letal varía según la especie, el tamaño del animal, el tipo de plástico que consume y otros factores, pero en general es mucho menor de lo que se podría pensar, lo cual es preocupante si se tiene en cuenta que cada minuto llega al océano una cantidad de plástico equivalente a la que llena un camión de basura”, aclaró Murphy en un comunicado oficial.
La investigación propone que los resultados pueden integrarse como referencia para planes de monitoreo y políticas públicas orientadas a la reducción de macroplásticos marinos. Los propios autores del estudio enfatizan que, debido a la variedad de materiales y tamaños involucrados, los valores generados constituyen una base de evaluación para la elaboración de reglamentaciones a medida de las comunidades o hábitats en riesgo.
Al vincular estas observaciones con la frecuencia de exposiciones y rutas migratorias, se permiten estimaciones locales del riesgo y la efectividad de diversas estrategias de intervención, como campañas de limpieza costera o restricciones al uso de ciertos productos plásticos.El trabajo advierte la necesidad de unificar criterios para cuantificar plásticos en fauna marina y de fortalecer las bases de datos internacionales. Solo así podrán ajustarse los límites y umbrales de conservación, y atender la vulnerabilidad de especies que ya se encuentran bajo presión por otros factores ambientales.

