13 de noviembre de 2025
Black River se convirtió en una ciudad fantasma tras el paso del huracán de categoría 5 por Jamaica
Los habitantes que permanecen en el histórico puerto pescan para sobrevivir mientras lamentan que la ayuda gubernamental no llega a la zona más devastada por Melissa
El panorama es deprimente con las calles vacías, sin electricidad, ni comunicaciones, ni comida, en un lugar donde miles de residentes han perdido sus hogares.
Demore Adams, un joven delgado, de largas trenzas, lanza una y otra vez un hilo de pescar hacia el mar para intentar llevar algo de comida a su casa para él y su madre de 67 años.
El joven lamenta que en Black River no hay comida, que todo el mundo se ha ido de la ciudad con lo que ha podido llevar consigo.
Unos metros más allá, otro hombre sostiene una caña artesanal: “Soy agricultor, pero hago esto para poder comer”, cuenta a EFE Andre Maxam.
“Desde el huracán Melissa, la granja quedó totalmente destruida. No tenemos agua y la necesitamos para regar la granja. Así que, básicamente, tenemos que buscar comida, pescado y lo que sea. Lo perdimos todo”, asegura.Según el Ministerio de Agricultura, el huracán provocó una pérdida del 90 % de los cultivos de banano y plátano y una destrucción significativa en hortalizas, tubérculos, particularmente ñame, y árboles frutales.En las calles del pueblo dos grupos de policías hacen rondas. Un olor putrefacto impregna el aire, especialmente en las avenidas donde se encontraban los locales comerciales más cercanos a la costa.
La vida ahora es dura en Black River y muchas personas se quejan de que la ayuda no llega a esta zona.
En la misa línea, el agricultor Maxam explica que en la zona están ayudando principalmente organizaciones privadas o sin fines de lucro, pero “el Gobierno no”.
Frente a la histórica iglesia anglicana, una de las más antiguas del país y que se derrumbó por completo, un hombre lucha por rescatar a martillazos unos cuantos trozos de madera.
(Con información de EFE)


