13 de noviembre de 2025
Macron se distanció del pacto Unión Europea-Mercosur y prometió un “no rotundo” mientras crece la presión en Europa
El presidente francés intenta recomponer su relación con el mundo rural en un clima de desconfianza y protestas. La polémica por el tratado con Sudamérica, el debate sobre la soberanía productiva y las fracturas dentro del bloque comunitario
Aquel matiz fue interpretado como una señal de apertura hacia el acuerdo y desató críticas tanto del sector agrícola como de partidos políticos que acusan al Gobierno de ceder ante Bruselas. Desde México, el mismo día, Macron trató de corregir el rumbo y aseguró que Francia aún “espera respuestas claras” antes de dar su visto bueno. La rectificación no logró disipar del todo las sospechas.
Sin embargo, Francia, Irlanda y Austria han liderado la oposición interna en la UE, argumentando que el acuerdo socava los esfuerzos europeos por una agricultura sostenible y abre la puerta a importaciones que no cumplen los mismos estándares ambientales. Las asociaciones de agricultores franceses denuncian además que el tratado beneficiaría sobre todo a las grandes agroindustrias de Brasil y Argentina, en detrimento de los productores europeos medianos y pequeños.
El rechazo francés encuentra eco en el Parlamento Europeo, donde cerca de 150 eurodiputados, tanto de derecha como de izquierda, anunciaron que promoverán una resolución para recurrir el acuerdo ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Si prospera, el recurso podría congelar el proceso de ratificación durante al menos seis meses.A pesar de las resistencias, varios gobiernos —entre ellos Alemania, España y Portugal— defienden que el pacto reforzaría la posición geopolítica de la UE en América Latina frente al avance comercial de China y Estados Unidos. Bruselas insiste además en que el texto incluye compromisos ambientales reforzados desde su versión original.


