3 de noviembre de 2025
A 20 años del femicidio de María Florencia Morello, perdieron las pruebas genéticas para dar con el responsable

El año pasado la causa había sido desestimada. La familia denunció que no habían sido notificados en todo este tiempo
Según la información recopilada por Los Andes, el informe forense determinó que la causa de muerte fue asfixia, acompañada de golpes, violación, un ojo destrozado, un brazo roto y la pelvis fracturada. “Pensé que había sufrido un asalto, pero cuando me dieron el informe el mundo se me vino abajo”, lamentó la madre de la víctima, Blanca Cuatrín.
Sin embargo, ese mismo año el sospechoso sería puesto en libertad, debido a que el análisis genético resultó negativo y la causa quedó paralizada. Bajo el punto de vista de la mamá de la joven, consideró que “para lastimarla como lo hicieron tiene que haber sido más de una persona, o era un loco. Una sola persona no puede hacer tanto daño”.
Otros de los factores que afectaron el desarrollo del proceso judicial fueron: la ausencia de testigos, el manejo deficiente de la información y la pérdida del material genético extraído del cuerpo y la ropa de la víctima. Con el paso de los años, la causa fue desestimada el año pasado, sin que la familia recibiera una notificación oficial al respecto.“Lo que más me dolió fue que no me avisaran lo que había pasado, me enteré por un periodista”, expresó Blanca, quien también denunció que “hacía un año que se había desestimado la causa y yo no me había enterado”.En línea con esto, la carpeta del caso ingresó a la Cámara de Diputados de Santa Fe, donde el diputado Fabián Palo Oliver solicitó información al Ministerio Público de la Acusación sobre el estado del expediente, los motivos del archivo, la existencia de procesos administrativos vinculados a la desaparición de pruebas y las responsabilidades de quienes actuaron bajo el sistema penal anterior.
Por otro lado, su madre la describió como una joven inquieta, con aspiraciones y proyectos, ya que había recibido una propuesta laboral en Estados Unidos y se preparaba para viajar. “El pasaporte es lo último que me quedó de ella”, expresó con dolor.
A Florencia le habían entregado el pasaporte apenas veinte días antes del crimen, un detalle que, para su familia, simboliza la vida truncada de una joven que soñaba con un futuro mejor. Con la reapertura de la causa, la familia Morello aguarda que el caso finalmente se esclarezca y se identifique a los responsables.
                                                                                                                                                                  
                                                                                                                                                                  
                                                                                                                                                                  
 
