30 de octubre de 2025
Un ingeniero informático argentino fue asesinado a balazos en una plaza en la frontera con Bolivia

Osvaldo Ezequiel Cuéllar tenía 31 años y vivía en Salta. Lo mataron dos asesinos que llegaron en moto y lo balearon sin decir una palabra. Investigan el móvil del crimen
Las cámaras de seguridad instaladas en las inmediaciones podrían haber registrado el atentado desde varios ángulos, por eso fueron secuestradas las imágenes. Con ese material, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), dependiente de la Policía boliviana, intenta reconstruir los movimientos previos y posteriores de los atacantes, quienes huyeron a toda velocidad hacia el lado argentino, presuntamente, por un paso clandestino.
Horas después, y a pedido de su familia, fue derivado al hospital Juan Domingo Perón, en Tartagal, ya en territorio argentino. El operativo de traslado se realizó bajo código rojo, con custodia policial armada, debido a la gravedad del cuadro. Finalmente, cerca del mediodía del martes, Cuéllar fue llevado en un vuelo sanitario hasta la capital salteña para recibir atención en el hospital San Bernardo, pero falleció producto de las heridas.
La Policía boliviana confirmó que hasta el momento no se radicó ninguna denuncia formal por parte de familiares, por lo que la investigación continúa de oficio con la actuación del Ministerio Público.Los investigadores trabajan sobre la hipótesis de un ataque premeditado. La precisión de los disparos, la falta de diálogo previo, la fuga inmediata y el hecho de que los agresores actuaran a cara descubierta alimentan las sospechas de un posible ajuste de cuentas.
“Hacía mucho que no se registraba un atentado de esta magnitud en la zona”, deslizó un vecino que presenció la balacera en declaraciones a El Tribuno.Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, amigos y excompañeros de colegio difundieron mensajes en redes sociales, expresando su dolor por la pérdida. La promoción A.R.N. (2012 - E.C.A.A.), a la que pertenecía, publicó un comunicado recordándolo como “una persona de sonrisa sincera, inteligencia y amabilidad”, y agregó: “Vivirá en nuestras conversaciones, en nuestras fotos, en cada encuentro donde su nombre se pronuncie con cariño”.


