22 de octubre de 2025
Explosión en una escuela de Palermo: cómo sigue el estado de salud de los adolescentes heridos

Mientras los estudiantes accidentados continúan con la recuperación por las quemaduras, la Fiscalía avanza con las investigaciones para determinar si hubo negligencia por parte de los docentes
Las llamas alcanzaron a otros tres estudiantes presentes junto al experimento: dos menores de 13 años y una alumna mayor de 18. Dos de ellos requirieron internación hospitalaria, además del principal afectado. Al menos uno ya recibió el alta médica tras permanecer en la terapia intermedia del hospital del quemado, con el 20% de su superficie corporal afectada, incluidos el tronco, el rostro y la espalda.
En respuesta al incidente, la comisaría 14B recibió un mandato del fiscal para avanzar en una serie de diligencias destinadas a clarificar responsabilidades. Entre las medidas adoptadas, la fiscalía dispuso la toma de testimonios a todos los adultos que presenciaron la actividad, incluidos padres, madres y responsables.También se solicitó un informe sobre “el tipo y los riesgos” de los experimentos desarrollados, con el objetivo de determinar si existían más actividades de similar peligrosidad en el programa de la feria. Los investigadores apuntan a dilucidar la posible responsabilidad de los mayores por permitir el uso de materiales inflamables a menores de edad.
En el marco judicial, la fiscalía evalúa imputar “lesiones culposas por omisión del deber de cuidado” si se llegara a comprobar negligencia o una supervisión insuficiente por parte de los adultos presentes. La investigación cobra especial relevancia en entornos escolares donde el equilibrio entre aprendizaje experimental y resguardo físico suele estar en debate.Apenas se produjo la explosión, algunos profesores intervinieron con rapidez. “Un profesor se fue corriendo a buscar un guardapolvo porque el alcohol no se apaga con agua. Le tiraron guardapolvos encima y otro profesor se le tiró encima para apagarlo, un capo”, reconstruyó el alumno.
No todas las respuestas de los adultos lograron calmar el escenario. Federico cuestionó el accionar de su propio profesor: “Nuestro profesor se escondió, es un pelotudo”. Además, alertó sobre la falta de extintores en el aula y expresó a la prensa: “No había ninguna precaución”.

