1 de octubre de 2025
Bajaron las tasas pero hay dudas sobre el repunte de la actividad: qué esperan los empresarios para el último trimestre

Los datos preliminares de agosto marcan un claro estancamiento, que en el caso de la industria implican caída. En septiembre el escenario no fue mejor. La mirada del sector privado está puesta en lo que suceda luego de las elecciones del 26 de octubre
La Junta Directiva de la UIA mantuvo su tradicional encuentro de los martes ayer y, además de coincidir en mostrar preocupación por el aumento del contrabando, los industriales repasaron las cifras de actividad del octavo mes del año. De acuerdo con el comunicado de prensa emitido al finalizar el encuentro, “los datos anticipados de agosto indican una baja de la actividad industrial en torno al 3% en términos interanuales y en la comparación mensual, luego de la caída de 2,3% en julio, se proyecta que los datos de agosto se mantengan en los mismos niveles”. “También se observó la irregularidad en el crédito debido a las altas tasas vigentes”, precisó la central fabril.
La volatilidad cambiaria, que logró frenarse la semana pasada luego de los anuncios de las retenciones y del swap con los Estados Unidos, reapareció ayer, con una brecha que llegó al 10% y un dólar oficial que cerró en alza, a $1.400. El riesgo país volvió a superar los 1.200 puntos básicos y se desplomaron otra vez las cotizaciones de acciones y bonos, tanto en el mercado doméstico como en Wall Street.
Los empresarios remarcan que el movimiento cambiario suma inquietud a la hora de proyectar inversiones o recomponer capital de trabajo. Sectores críticos como la industria, el comercio y la construcción definen estrategias a la espera de un horizonte más nítido, sin mayor margen para errores o sorpresas en las próximas semanas. Las opiniones recogidas apuntan a que el abaratamiento del financiamiento, aunque otorga cierto respiro operativo, no resulta suficiente en el actual contexto para detonar una reactivación, al menos antes de la resolución electoral.La lectura de los empresarios bonaerenses resume el mosaico de realidades. Desde el sector industrial de la provincia de Buenos Aires, fuentes remarcaron la existencia de “distintas velocidades”, donde las empresas ligadas a petróleo, minería y el campo muestran una situación estable, mientras que los actores enfocados en la construcción y los bienes de consumo identifican caída abrupta en los pedidos y proyectos. “La construcción y el consumo masivo están muertos. A la construcción la tasa le pega fuerte. Bienes durables necesitan financiamiento, y ahora se ven frenados por la ausencia de crédito accesible”, resumió un dirigente industrial.El clima de negocios también refleja la presión por ajustes de costos y la dificultad para trasladarlos al precio final, en parte por la competencia de importaciones y la oferta externa que obliga a buscar mejoras de productividad como única vía de subsistencia. El sector industrial bonaerense observa que el recorte reciente de tasas puede ayudar a recomponer márgenes financieros sólo si la tendencia continúa, pero acepta que la inercia negativa de la demanda pesa más sobre las decisiones de inversión que la tasa directa de interés.
El comercio aporta su propia perspectiva de un ciclo heterogéneo. Desde el sector, un referente admitió que “el consumo cayó a partir de junio. Hay sectores que están trabajando bien, como concesionarias que venden autos, pero los supermercados no venden nada”. Los que operan con insumos para la construcción se benefician parcialmente por la continuidad de la obra privada, aunque bajo reglas de juego inciertas. “Esta volatilidad es una locura. El Congreso parece enfocado solo en entorpecer al Gobierno y tampoco ayudan los errores cometidos desde el Poder Ejecutivo”, dijo una fuente del sector.Por su parte, Santiago Mignone, presidente de IDEA, expresó su visión: “Agosto probablemente haya sido un piso, principalmente por volatilidad y tasas altas. La baja reciente debería permitir alguna recuperación, pero todavía hay volatilidad y es temprano para esperar mayor estabilidad”.
Las respuestas de los dirigentes económicos recogen también expectativas cruzadas frente al resultado electoral próximo. El grueso de los empresarios evitan cambios de fondo en inversiones o personal antes del 26 de octubre. Apuestan a que el Gobierno reconozca la urgencia de fortalecer el consumo, aunque la clave reside en si el escenario electoral convalida la dirección oficial actual o fuerza ajustes impensados. “Si al Gobierno le va bien, las inversiones lanzadas pueden materializarse. Si el resultado es adverso, las empresas frenarán”, concluyó una fuente industrial bonaerense, al subrayar que la economía argentina se mueve en una cornisa en donde cada pequeño cambio pesa.En el mencionado encuentra de Junta Directiva, los representantes de la UIA informaron sobre el preocupante incremento en el ingreso de mercadería por contrabando. “Este problema genera un aumento en la informalidad, resulta un riesgo para los consumidores y socava el mercado a quienes pagan impuestos, que están hoy muy penalizados por la alta presión tributaria vigente. La situación exige revisar la normativa vigente en materia de competencia desleal”, precisó la institución.Además, “los representantes de las cámaras de indumentaria, textil y calzado manifestaron la preocupación sobre la competencia desleal que plantea la venta on line de productos desde plataformas sin ningún tipo de pago de impuestos, y el vacío legal en su control”. Se referían, concretamente, a sitios de comercio electrónico chinos como Shein y Temu.