El tribunal del Vaticano dejó firmes las absoluciones en el caso de la millonaria inversión fallida en Londres
Un grupo de altos funcionarios de la Iglesia enfrentó uno de los procesos judiciales más mediáticos de los últimos años tras una compleja operación financiera internacional
>El tribunal de apelaciones del
La resolución del tribunal, basada en la inadmisibilidad de los recursos fiscales, ratifica las sentencias absolutorias dictadas en diciembre de 2023, que tuvieron amplia repercusión internacional, según informó AP.El proceso judicial está vinculado a una millonaria operación inmobiliaria por parte de la Santa Sede para adquirir una propiedad en Sloane Avenue, Londres, con un desembolso de 350 millones de euros (USD 410 millones).Durante el juicio, los fiscales sostuvieron que la adquisición derivó en un entramado financiero de pérdidas debido a la supuesta manipulación de los acusados, todos ellos, figuras de peso en la curia romana. Sin embargo, el tribunal de primera instancia desestimó la existencia de un gran plan criminal y descartó la mayor parte de los cargos de fraude y conspiración.Esta decisión representa una victoria significativa para la defensa, que siempre cuestionó la solidez de la investigación fiscal y la vinculó a intereses ajenos al ámbito judicial. Angelo Becciu, el cardenal principal imputado, afirmó tras el fallo que, si bien el proceso sigue abierto, el resultado es una señal alentadora.De los diez investigados inicialmente, Becciu y otros ocho acusados fueron declarados responsables únicamente de cargos menores relacionados con la gestión financiera, mientras que las acusaciones más severas no prosperaron. La fiscalía intentó anular esas absoluciones, pero el tribunal de apelaciones, conducido por el arzobispo Alejandro Arellano Cedillo, declaró inadmisible el recurso por falta de rigor y uso de argumentos anteriormente rechazados.El magistrado Arellano Cedillo reafirmó: “La acusación fantasiosa de fraude en Sloane Avenue ha sido definitivamente enterrada”, declaración emitida en un comunicado de los abogados Massimo Bassi y Cataldo Intrieri, representantes del funcionario vaticano Fabrizio Tirabassi, y difundido por AP.The Catholic Herald profundizó en la etapa recursiva, subrayando como aspecto central el manejo de la investigación y los vínculos entre acusadores y testigos claves.
Emergieron cuestionamientos sobre el accionar del fiscal principal, Alessandro Diddi, tras la filtración de miles de mensajes de chat y grabaciones que evidencian intercambios entre Diddi, dos mujeres vinculadas al caso, y el testigo principal, monsignor Alberto Perlasca.Los mensajes apuntan a presiones y ofrecimientos de garantías a Perlasca para que declarara en línea con la teoría de la fiscalía. Perlasca, quien inicialmente figuraba como sospechoso, nunca fue acusado formalmente y luego fue el principal testigo. “Ya no es el juicio del siglo”, ironizó Mario Zanchetti, representante de Gianluigi Torzi, en declaraciones a AP.
(Con información de AP)