22 de septiembre de 2025
Wall Street anticipa una caída de la actividad económica por la tensión cambiaria

La volatilidad en los mercados configura un escenario adverso, según análisis recientes de la banca internacional, donde advierten riesgos crecientes para la continuidad del crecimiento
El informe considera que este comportamiento de la demanda interna marca el inicio de un período de menor dinamismo y subraya que la economía local ya siente el impacto de la volatilidad financiera y del endurecimiento de la política monetaria.
Por su parte, Morgan Stanley también describe un estancamiento en los registros de actividad. Según el texto, “el consumo privado bajó 1,1% trimestre contra trimestre, mientras que la inversión cayó 0,5%” en el mismo período. Desde la óptica de la entidad, la demanda interna funciona como un freno al avance del La combinación de factores adversos preocupa a los analistas de Wall Street, quienes destacan la interacción entre la reacción oficial al desafío inflacionario, la respuesta de los mercados y el deterioro del clima social. El informe de JPMorgan detalla que “el tercer trimestre será aún más complejo, con una expectativa de contracción del PBI de 4% anualizada”, y advierte que las cifras oficiales del En línea con esta perspectiva, el informe de Morgan Stanley expresa que, aunque mantiene una proyección de crecimiento anual de 4,6% para este año, reconoce que “la tendencia para el segundo semestre es de mayor debilidad económica”. El análisis pone el foco en los riesgos de una recaída debido a la combinación de “incertidumbre política, volatilidad financiera y deterioro de las condiciones externas”, factores que incrementan la fragilidad del ciclo económico.Ambos informes circunscriben el debate sobre la sostenibilidad del crecimiento a la capacidad del Gobierno para sostener el ajuste fiscal y la estabilidad cambiaria.La disonancia entre ambas visiones se expresa principalmente en el grado de pesimismo respecto al ritmo y magnitud de la caída proyectada:
- El escenario financiero y político agrega condicionantes sobre el ritmo de reactivación. A la presión sobre reservas internacionales y a las exigencias fiscales, se suma el riesgo de inestabilidad por factores electorales. Morgan Stanley remarca que “la volatilidad cambiaria y la incertidumbre política son obstáculos centrales para cualquier proceso de normalización de la economía”.En medio de ese diagnóstico adverso, algunos indicadores locales complementan el cuadro de los bancos de inversión. UnPor su parte, el presidente Javier Milei admitió la inminencia de una desaceleración de la actividad y declaró el pasado viernes en una presentación que el ciclo actual puede experimentar una “pequeña pausa”. Según sus declaraciones, las dificultades de los últimos meses tienen origen en la resistencia de lo que denomina “el Partido del Estado”, dejando claro que la gestión ya observa signos claros de bajo dinamismo en el frente productivo.El foco de los bancos de Wall Street apunta al corto plazo, con sucesivas advertencias sobre posibles retrocesos en la actividad si no se consolida el proceso de estabilización macroeconómica y no se fortalece el marco institucional. La economía enfrenta un futuro inmediato marcado por la fragilidad y la exigencia de estabilidad en todos sus frentes.