12 de septiembre de 2025
El Gobierno de Brasil rechazó las “amenazas” de Estados Unidos tras la condena a Bolsonaro y defendió la independencia judicial

El Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió que la democracia brasileña “no se dejará intimidar” tras las declaraciones del secretario de Estado de EEUU, quien calificó el fallo judicial como una “caza de brujas” y amenazó con que Washington “responderá en consecuencia”
El Gobierno de Trump ha brindado respaldo abierto al ex mandatario brasileño desde el inicio del proceso judicial, materializando su apoyo mediante la imposición de aranceles del 50% en agosto pasado a diversos productos brasileños. Esta acción comercial fue interpretada como represalia directa al desarrollo de la causa judicial. Además, la administración estadounidense sancionó y vetó el ingreso al país al juez Alexandre de Moraes, a quien acusó de encabezar una “caza de brujas” contra Bolsonaro y sus colaboradores.
En su comunicado, el Ministerio de Exteriores de Brasil insistió en la legalidad del procedimiento contra Bolsonaro, remarcando que “el Poder Judicial llevó a cabo el proceso con la independencia que le asegura la Constitución de 1988” y que los acusados “tuvieron amplio derecho de defensa”. El comunicado oficial añadió: “Las instituciones democráticas brasileñas dieron su respuesta al golpismo” y enfatizó la defensa de la soberanía brasileña “de ataques y tentativas de injerencia, vengan de donde vengan”.La Casa Blanca, por medio de su portavoz Karoline Leavitt, reafirmó este martes que la libertad de expresión constituye una “prioridad” para Trump y puntualizó que el presidente estadounidense “no tiene miedo de usar el poder económico y militar” de su país para protegerla “en todo el mundo”. El Ejecutivo brasileño respondió señalando que “el primer paso para proteger la libertad de expresión es justamente defender la democracia y respetar la voluntad popular expresada en las urnas”.Mientras tanto, Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del ex presidente, permanece en Estados Unidos desde hace seis meses haciendo gestiones ante diversas autoridades norteamericanas para obtener respaldo político frente a la acción de la Justicia brasileña.