1 de septiembre de 2025
Los jueces verdugos y sicarios no pueden continuar en la impunidad

Los integrantes de los sistemas de justicia bajo control del socialismo del siglo 21 castigan sin piedad obedeciendo órdenes que mistifican en decisiones judiciales
El elemento fundamental de las dictaduras del socialismo del siglo 21 es el terrorismo de Estado: “La utilización de métodos ilegítimos por parte de un gobierno, orientados a producir miedo o terror en la población civil para lograr o fomentar comportamientos que no se producirían por sí mismos”. Uno de los métodos fundamentales de ese terrorismo es la utilización del sistema de justicia para acusar falsamente, perseguir, encarcelar, condenar a inocentes, apropiarse de sus bienes y someter a sus familias a condiciones de indefensión.
Los integrantes de los sistemas de justicia bajo control del socialismo del siglo 21 usurpan la denominación porque no son jueces, son verdugos que castigan sin piedad obedeciendo órdenes que mistifican en decisiones judiciales; son sicarios porque son asesinos físicos y de la reputación, son matones asalariados para violar los derechos humanos.
Los procesos denominados procesos judiciales son “linchamientos en el siglo 21” porque “ejecutan sin proceso legal y tumultuariamente” a víctimas inocentes a quienes someten a cárcel, exilio, persecución, clandestinaje o silencio y sumisión por el efecto de terrorismo de Estado que perpetran.
Las pruebas contra los jueces verdugos y sicarios del socialismo del siglo 21 son “hechos públicos y notorios” y constan en sus actuaciones, procesos y fallos. En Cuba están documentados por organizaciones como Cubalex, Prisoners Defenders y otras que certifican cerca de 1.200 presos políticos y la realidad de millones de exiliados. En Venezuela, los informes del Foro Penal Venezolano certifican 816 presos políticos y el mundo acoge a más de 8 millones de exiliados. En Nicaragua, el Mecanismo certifica 54 presos políticos y los cientos de miles de exiliados incluso han sufrido la pérdida de nacionalidad. En Bolivia, Global Human Rights League certifica 326 presos políticos, más de 27.000 exiliados y ahora los jueces de la dictadura se acomodan liberando a presos notorios para mantener su impunidad.Es tiempo de que los pueblos, las Américas y el mundo conozcan los nombres de los jueces verdugos y sicarios del socialismo del siglo 21 para que dejen de ser impunes. Si se cortan los brazos operativos se acotará el crimen.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy