Miércoles 27 de Agosto de 2025

Hoy es Miércoles 27 de Agosto de 2025 y son las 17:58 -

27 de agosto de 2025

SpaceX concretó el décimo vuelo de prueba de su megacohete Starship

La nave completó una serie de maniobras clave que demostraron avances en fiabilidad y seguridad tras resolver fallas previas

>El Vuelo 10 de Starship se concretó con éxito este martes luego de dos intentos fallidos. Se trató de una nueva posibilidad de El domingo, este procedimiento se había retrasado debido a problemas técnicos en los sistemas en tierra. Al día siguiente, el clima no permitió que la gran nave lograra despegar y completar su misión. El lanzamiento recibió la autorización de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) luego de que la agencia cerrara la investigación sobre el incidente del Vuelo 9, sin reportes de lesiones ni daños significativos.

Con la mirada puesta en el futuro, SpaceX apostó por una serie de rediseños y mejoras en su sistema, mientras la presión sobre Elon Musk y su equipo aumentaba ante la expectativa global. La nave logró un amerizaje exitoso en el océano Índico.

El plan de vuelo replicó el perfil de las tres misiones anteriores, con el objetivo de completar pruebas que en ocasiones previas quedaron inconclusas por incidentes técnicos. Desde enero, la generación actual de Starship debutó tras una serie de ensayos exitosos con una versión reducida del cohete, pero los desafíos persistieron.

El historial reciente de Starship estuvo marcado por una sucesión de incidentes. Dos explosiones sobre islas al este de Florida generaron escombros que alcanzaron carreteras en las Islas Turcas y Caicos y las costas de las islas bahameñas. En el anteúltimo vuelo de prueba, en mayo, la nave perdió el control durante la aproximación a su sitio de aterrizaje en el océano Índico. A esto se sumó la explosión de una nave asegurada a una plataforma de pruebas en Texas, en junio, que provocó daños en la infraestructura de la compañía.

El Vuelo 9, realizado el 27 de mayo, terminó con la pérdida tanto de la etapa superior, Nave 35, como del propulsor Super Heavy, Booster 14. Aunque el despegue fue exitoso y representó la primera reutilización de un Super Heavy, problemas estructurales y una falla en la presurización del tanque principal derivaron en la pérdida de control durante el vuelo suborbital.

La FAA concluyó su investigación sobre el Vuelo 9 poco antes del lanzamiento del Vuelo 10, permitiendo a SpaceX retomar las pruebas. El análisis de los fallos identificó un difusor de gas defectuoso en el sistema de presurización del tanque principal de metano y oxígeno líquido.

Aunque los sistemas compensaron parcialmente la variación de presión, la fuga desestabilizó el control de actitud y forzó un reingreso anómalo. La telemetría final se recibió mientras la nave descendía sobre el océano Índico, donde se esperaba un amerizaje controlado. Pocas semanas después, la Nave 36 fue destruida durante una prueba en tierra por un fallo en un recipiente a presión de material compuesto (COPV), lo que desencadenó una explosión durante la carga de propelente criogénico.

Frente a este panorama, SpaceX implementó una serie de rediseños y mejoras en Starship y el propulsor Super Heavy. Entre los cambios más destacados, las aletas de rejilla del propulsor pasaron de cuatro a tres superficies de control, con un aumento del 50% en su tamaño, lo que permitió un mejor manejo durante el descenso y ángulos de ataque más altos, evitando tensiones extremas como las que afectaron al Booster 14. Aunque el Super Heavy del Vuelo 10 no regresó al sitio de lanzamiento y descendió en el Golfo de México, la ubicación de las nuevas aletas coincidió con los brazos de retención mecánicos de la torre, que ya habían demostrado su eficacia en vuelos anteriores.

Las mejoras también incluyeron una reducción de la presión operativa en los COPV y la incorporación de cubiertas protectoras para los tanques durante el ensamblaje. SpaceX introdujo métodos de inspección no destructivos para detectar daños internos, incrementando la confiabilidad estructural. Según la compañía, estas medidas se aplicarán a la próxima generación de Starship, que deberá cumplir con los requisitos de la misión lunar Artemis 3 de la NASA, prevista para 2027, en la que Starship será el módulo de aterrizaje encargado de llevar astronautas a la superficie lunar por primera vez desde la misión Apolo 17.

Además, la misión incluyó la primera prueba de reutilización del Booster 14, que tras la separación de la etapa superior, intentó un amerizaje controlado en el Golfo de México. Doce de los trece motores previstos se activaron, pero el aumento de fuerzas de descenso rompió una línea interna de propulsión y provocó la ignición del combustible, causando la destrucción del propulsor. Para futuros vuelos, la compañía planea reducir el ángulo de ataque en los descensos y mantener la integridad estructural con las nuevas aletas. También se logró llevar a cabo el primer despliegue de carga útil de Starship en el espacio, que consistió en satélites simuladores Starlink.

La supervisión de la FAA y otras agencias, como la Fuerza Espacial de Estados Unidos, la NASA y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), se intensificó para garantizar el cumplimiento de los protocolos de seguridad. Tras el último incidente en junio de 2025, la dirección de SpaceX decidió reasignar, durante seis meses, cerca del 20% de los ingenieros del programa Falcon 9 al desarrollo de Starship, según fuentes consultadas.

Elon Musk anticipó que los próximos lanzamientos de Starship se realizarán con intervalos de tres a cuatro semanas.

COMPARTIR:

Comentarios

  • Desarrollado por
  • RadiosNet