20 de agosto de 2025
Bolivia y el péndulo de la historia
La victoria de Rodrigo Paz revela la presencia de fuerzas de cambio en América Latina
La instauración de los regímenes autoritarios de izquierda ha sido particularmente dura en Venezuela, país del cual han salido casi nueve millones de migrantes obligados a buscar la sobrevivencia fuera de sus fronteras. Esto, por fortuna, no ha ocurrido en Bolivia, donde —pese a los golpes económicos perpetrados por las gestiones del MAS— existe una clase media vibrante y comprometida con el crecimiento económico que ha sabido extraer ventajas del desarrollo del vecino Perú, país líder en el contexto latinoamericano en materia de estabilidad económica. También jugó a favor de la democracia la división del propio MAS. Público y cáustico fue el desacuerdo entre Evo Morales, fundador y sempiterno presidente del MAS y del país, y Luis Arce, presidente en ejercicio. Ante esta situación, la dirigencia del MAS urdió un plan realmente absurdo. Presentó varias candidaturas con miras a diluir el rechazo, fracturar el voto en contra de su gestión y hacer fraude. De más está decir que el plan solo sirvió para retratar de manera exacta el nivel de rechazo al gobierno y su partido, así como para hacer imposible el fraude.
Cualquiera que llegue a la presidencia de Bolivia representará una ruptura con el pasado y una oportunidad de refundar la democracia en un país que ha luchado por ella desde la época de Víctor Paz Estenssoro, tío abuelo de Rodrigo Paz.