19 de agosto de 2025
Cómo un evento climático extremo ocurrido hace 8.200 años transformó a la humanidad prehistórica

Un colapso hídrico en América del Norte provocó un descenso brusco de las temperaturas y alteró ecosistemas desde las costas de Europa hasta Siberia. Cuáles fueron las estrategias que adoptaron estos antiguos pobladores, según Muy Interesante
En contraste, en el oeste de Escocia, la evidencia apunta a un retroceso: algunas zonas parecen haber sido abandonadas de manera temporal, probablemente por la mayor exposición al clima adverso o la transformación de los ecosistemas costeros. Los habitantes se desplazaron hacia el interior o reorganizaron sus actividades para adaptarse a las nuevas condiciones.
Sin radares, ni comunicación por radio, las sociedades de la época afrontaron el desafío climático únicamente con el conocimiento acumulado y la transmisión oral.En el extremo euroasiático, la región de Cis-Baikal, próxima al lago Baikal en Siberia, representa un caso singular. El equipo de Schulting analizó cerca de 300 dataciones de restos humanos y animales, junto con registros ambientales como análisis de polen y carbón en sedimentos lacustres. Si bien se documentaron cambios, como incendios forestales y alteraciones en la vegetación, las comunidades locales no muestran señales de migraciones masivas ni colapsos demográficos. El estudio plantea la pregunta: ¿por qué la crisis climática apenas alteró la vida en esta región?La explicación parece estar en el propio lago Baikal, el más profundo y antiguo del mundo, que genera un microclima particular y proporciona recursos acuáticos en cualquier época del año. La pesca de especies como el omul, junto con la caza de la foca siberiana, pudo garantizar la seguridad alimentaria, incluso en los años más fríos.En la región del lago Onega, al norte de la actual Rusia, el estudio identificó un fenómeno distinto: la aparición repentina de un gran cementerio que coincide casi exactamente con el inicio y el final del evento climático.
Esta concentración funeraria no se relaciona con una mortandad masiva, sino con nuevas prácticas simbólicas y sociales. Los investigadores sugieren que el cementerio se utilizó como punto de encuentro y afirmación colectiva frente a la incertidumbre, reforzando los lazos sociales alrededor del lago y sus peces, recursos esenciales para sobrevivir a la crisis.