19 de agosto de 2025
Un sismo cerca del Cotopaxi obligó a reforzar el monitoreo de uno de los volcanes más peligrosos de Ecuador

Aunque la actividad superficial sigue baja, los expertos advierten una tendencia ascendente en la dinámica interna del volcán, cuya eventual erupción sería devastadora
El reporte oficial advierte que, si bien no se observan cambios significativos en la actividad superficial del volcán, la sismicidad podría derivar en modificaciones futuras de su comportamiento. El análisis del espectro sísmico muestra que gran parte de la energía se concentró en frecuencias bajas, lo que sugiere que el movimiento estuvo vinculado a esfuerzos internos en la estructura volcánica y no únicamente a un proceso tectónico. Esta condición incrementa la vigilancia sobre la posibilidad de ascenso de magma hacia niveles más superficiales.
En el apartado de deformación, los datos de posicionamiento satelital y las mediciones de estaciones de GPS instaladas en los flancos del volcán evidencian una ligera inflación desde febrero de este año. Sin embargo, esta tendencia no se refleja de manera uniforme en todas las estaciones y, en general, el análisis de los últimos meses señala una estabilidad relativa. El informe destaca que no hay señales claras de reactivación inmediata, aunque la evaluación de la actividad interna se considera baja con tendencia ascendente.En cuanto a la termografía, el IG-EPN reportó la presencia de una emisión de gases acompañada de fumarolas en el flanco occidental durante la noche del 7 y la mañana del 8 de agosto. Este fenómeno no se había observado en los últimos meses, aunque sí existió en años anteriores, incluso antes del proceso eruptivo de 2015. No obstante, debido a las condiciones climáticas, no se han detectado nuevas anomalías térmicas en los días posteriores.El informe concluye que el sismo del 16 de agosto podría estar asociado a la presencia de un cuerpo magmático que genera cambios en los esfuerzos internos del Cotopaxi. Aunque no existe un cambio evidente en la superficie, se considera posible que en las próximas semanas se produzcan eventos relacionados con el transporte de magma. Por ello, las autoridades científicas recomiendan mantener la vigilancia continua y preparar planes de prevención ante un eventual incremento de la actividad.
Los especialistas señalan además que movimientos sísmicos de magnitudes similares pueden desestabilizar fragmentos del glaciar del volcán, lo que representa un riesgo adicional en caso de coincidir con condiciones climáticas adversas. De ahí la necesidad de integrar estos factores en los planes de gestión del riesgo. El IG-EPN ratificó que informará de inmediato a las autoridades y a la población si se presentan cambios relevantes en la actividad del Cotopaxi.