18 de agosto de 2025
La suba las tasas de interés incrementó el costo del crédito: qué impacto se espera en la actividad económica

El endurecimiento de los encajes y la suba de tasas alteraron la dinámica del crédito y complicaron la gestión de liquidez en el sector financiero
El principal factor en este retroceso fue la reducción del 11% en los adelantos de cuenta corriente, un canal financiero tradicional para cubrir necesidades de capital de trabajo y desfasajes de caja. Las líneas para documentos -que suelen utilizarse para grandes gastos- solo subieron 1,7 por ciento. Esta contracción no afecta de inmediato a la inversión, pero limita el financiamiento de la actividad diaria y la circulación de capital de trabajo.
El mismo reporte detalla: “El salto de la tasa de interés, que pasó de 35% nominal anual hace un mes a más de 75% en la actualidad, motivó la reversión, que podría empezar a afectar la disponibilidad de liquidez, reforzando las tensiones en la cadena de pagos”. El mayor costo financiero y la caída en la renovación de adelantos presionan cada vez más a las empresas, que en muchos casos “no solo se estarían atrasando con los bancos: eventualmente, también podrían hacerlo con sus proveedores, tanto de mercadería como de fuerza de trabajo”, según el análisis de la entidad bancaria.Las complicaciones alcanzan especialmente a la industria, que además de enfrentar un mercado interno deprimido y mayor competencia externas, arrastra una caída en la producción del 10% en el primer semestre del año, de acuerdo a la UIA.Desde el diagnóstico de Econviews se observa que la autoridad monetaria eligió un camino de fuerte restricción para evitar un salto del tipo de cambio y sostener el proceso de desinflación, incluso a costa de un mayor costo sobre la actividad. “No vemos que en lo inmediato las tasas de interés puedan bajar”, expuso la consultora.“No hay dudas sobre los beneficios de conseguir una inflación baja. El interrogante está en si forzar la velocidad del proceso puede tener costos en términos de actividad que no sean tan deseables”. También detalló que “las tasas interbancarias volvieron a pasar el 65% nominal anual. La tasa de adelantos quedó arriba del 75% y el stock de esta línea de préstamos ya está cayendo en términos nominales. La tasa de cauciones a un día operó en promedio al 71,5%, aunque con excesiva volatilidad”.En su informe semanal, LCG enfatizó que el valor bajo del IPC en julio respondió, en parte, al disciplinamiento de precios por el freno en la actividad y a la sensación de mayor orden fiscal y comercial. No obstante, alertó sobre la fragilidad de ese anclaje, “en tanto que sigue dependiendo mucho de la evolución cambiaria, que a su vez depende mucho del saldo comercial externo”. A nivel monetario, la consultora consideró que la decisión de fortalecer el sesgo restrictivo provocó mayor complejidad en la gestión de liquidez por parte de los bancos y “eventualmente” tasas reales más positivas de lo necesario, lo que “restringirá el crédito, aumentará la mora y mantendrá el dinamismo económico anestesiado”.Desde la visión de One618, el diseño actual de la política monetaria mantiene un riesgo central: “el Gobierno y el BCRA no están en control de la cantidad total de liquidez en la economía; el sector privado lo está”. El análisis agrega: “Crear una demanda artificial de base monetaria no ayuda a mitigar el principal problema, que fue que tras el fin de las Lefis y la ausencia de un mecanismo alternativo para regular el mercado overnight, los bancos afrontan un descalce de plazos”. La vulnerabilidad financiera, reforzada por la volatilidad de tasas y la cercanía de las elecciones, actúa como un factor extra de presión.