14 de agosto de 2025
El cambio climático podría provocar una reducción del 80% en las poblaciones de renos del Ártico

La proyección para 2100 advierte sobre la importancia de proteger a estos animales para el equilibrio ambiental. Los resultados de un reciente estudio
Los científicos que realizaron el estudio pertenecen a la Universidad de Adelaida (Australia), la Universidad de California en Davis (Estados Unidos), la Universidad de Aarhus (Dinamarca) y la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
La importancia de los renos y caribúes en el Ártico trasciende lo biológico, siempre según estos expertos. Como único cérvido adaptado a estas latitudes extremas, Rangifer tarandus desempeña un papel central en la regulación de los ecosistemas de tundra, tal como indicaron los autores. Su presencia mantiene la diversidad vegetal, influye en el crecimiento de distintas especies de plantas y contribuye al equilibrio del ciclo del carbono.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores reconstruyeron la dinámica poblacional y de distribución de Rangifer tarandus a lo largo de los últimos 21.000 años. Utilizaron fósiles datados por radiocarbono, ADN antiguo y reconstrucciones paleoclimáticas, integrando estos datos en modelos computacionales validados con información empírica independiente. Según divulgaron los autores, esta metodología permitió comparar la resiliencia de la especie frente a eventos de calentamiento abrupto en el pasado con su vulnerabilidad ante el calentamiento global proyectado para el siglo XXI.Los resultados históricos muestran que, tras la última glaciación, Rangifer tarandus logró sobrevivir a episodios de calentamiento gracias a su versatilidad ecológica, su capacidad de dispersión y su tolerancia a bajas densidades poblacionales. Durante el Holoceno, la especie experimentó una contracción de su distribución hacia el norte, con extinciones regionales en Europa y fusiones poblacionales en América del Norte. Sin embargo, las características que permitieron su supervivencia en el pasado no bastarán para evitar un declive masivo bajo las condiciones climáticas previstas para las próximas décadas.El impacto ecológico de esta disminución poblacional se prevé profundo. La desaparición de renos y caribúes provocaría una reducción de la diversidad vegetal en la tundra, alterando el funcionamiento de los ecosistemas y disminuyendo la capacidad de los suelos árticos para almacenar carbono.La pérdida de esta especie emblemática amenaza con desestabilizar modos de vida ancestrales y debilitar el tejido social de regiones enteras del Ártico.