7 de agosto de 2025
Lance Armstrong habló sobre su escándalo de dopaje y afirmó que el uso de sustancias prohibidas era frecuente: “No me atraparon, fui expuesto”

El ciclista retirado y ex campeón del Tour de Francia abordó su versión sobre la revelación del doping, en una entrevista para el podcast “Habits & Hustle”
La gloria deportiva del ciclista fue opacada por dos desafíos trascendentales. El primero sobrevino con el diagnóstico de cáncer testicular, enfermedad que logró superar. El segundo llegaría con el escándalo de dopaje que, más de una década atrás, lo alejó del ciclismo profesional y lo situó en el centro de una tormenta mediática.
El entorno del pelotón en aquellos años, según Armstrong, se caracterizaba por presión extrema y competencia feroz. A propósito de esto, relató: “Había 200 ciclistas en la carretera, todos intentando estar en el mismo lugar al mismo tiempo. No solo era cuestión de resistencia física, sino de estrategia, política y alianzas cambiantes”.
Asimismo, sostuvo que el uso de sustancias prohibidas era frecuente según su perspectiva, aunque la narrativa pública lo ubicó como el principal responsable.Las consecuencias personales y económicas del escándalo fueron severas. Tras el derrumbe de su imagen pública, atravesó momentos complejos y confesó: “Perdí más de 100 millones de dólares entre devoluciones y contratos no cumplidos”. Aquel monto correspondía a pagos exigidos por aseguradoras y a ingresos que desaparecieron en un instante. “Fue una muerte por mil cortes”, remarcó sobre el colapso financiero.Entre los éxitos más relevantes de Armstrong como inversor figura su participación temprana en Uber, a través de un fondo que, según su propio relato, “fue el más exitoso de la historia”. “Por la gracia de Dios, tuve acceso a eso y cambió todo. Salvó a mi familia”, expresó.
Más allá de los negocios, Armstrong reflexionó sobre la resiliencia y la percepción pública. “La única opinión que me importa es la de quienes estuvieron en la carrera”, sentenció, quitando peso a los juicios externos y a la imagen proyectada por los medios.En el plano personal, se describió como alguien mucho más relajado y juguetón de lo que la opinión pública supone. Compartió anécdotas familiares, como la participación espontánea de su hija durante la entrevista. “Mis hijos dirían que soy un payaso”, comentó entre risas, valorando que su entorno nunca lo abandonó.
El ex ciclista habló sobre sus hábitos diarios, la importancia del ejercicio físico y la soledad como espacios de equilibrio mental. Con respecto a esto, confesó: “El ejercicio es mi iglesia; necesito moverme para estar bien mentalmente”.Al hablar del futuro, Lance Armstrong expresó gratitud por la oportunidad de reemergencia que la sociedad le brindó. Cree que la percepción pública evolucionó y que la redención es un proceso colectivo, no solo individual. “Puedo desearlo todo lo que quiera, pero si la sociedad no te deja volver, no hay nada que hacer”, sentenció.