2 de julio de 2025
Tras ser campeón con un histórico San Lorenzo se reinventó: cocinero, administrativo y mantenimiento de piscinas

Roly Escudero formó parte del recordado equipo dirigido por el Bambino Veira que salió campeón en 1995. Luego del retiro se dedicó a otras profesiones
El llanto emocionado del Bambino al final fue la expresión de un pueblo que esperaba desde hacía más de dos décadas. No era solo un trofeo, era la revancha, la reivindicación y el comienzo de un nuevo capítulo. “Fue un partido en el cual Veira, más allá de lo técnico y de lo táctico, que sabía un montón, apeló a lo motivacional para lograr el objetivo”, recuerda el Roly Escudero, lateral derecho que registro 137 partidos jugados y 2 goles con la camiseta azulgrana.
En épocas de vacas flacas, el club organizó una fiesta en el predio Pando de Boedo, con la presencia de la mayoría de los futbolistas campeones, salvo la de Eduardo Bennet y Fabian Angelucci que se encuentran viviendo en el exterior, para festejar aquel título histórico del equipo conducido por el Bambino Veira.
- ¿Qué es de tu vida, Roly?
- Bien, bien, todo tranquilo. Hace 20 años me vine para Capitán Sarmiento, en la Provincia de Buenos Aires, a tirar los últimos tiros del Regional y me quedé. Yo soy de Bulnes, cerca de Río Cuarto, de Sampacho, Córdoba. Me vine a jugar acá (Capitán Sarmiento) con 35 años y me quedé. Y hace 20 años que trabajo como administrativo en la dirección de Deportes del municipio.- Mi función son las tareas administrativas. Porque acá no solamente es el fútbol, sino que involucra a todo. Por ejemplo, estamos con los torneos bonaerenses, que son todos los juegos a nivel provincial. Se viaja a Mar del Plata, que es el premio mayor. También, estamos constantemente con torneos de verano. Ahora, está el torneo de invierno de interclubes. Después, en el verano hacemos varias disciplinas. Vamos a hacer el primer encuentro del Día del Amigo, en una localidad cercana a Sarmiento, en La Luisa.
- Roly, desde que te retiraste del fútbol, te dedicaste a varias profesiones, ¿verdad?- Después, ¿te dedicaste al mantenimiento de piletas?
- Sí, sí, también. Desde hace 10 años que me dedico a eso. Porque acá hay mucha gente que se ha ido a estudiar a Buenos Aires, y a los 40 años cuando vuelven, empezaron a trabajar por internet y entonces se hicieron su casita y su pileta, y hay que mantenerla. Entonces, decidimos con un par de amigos dedicarnos al mantenimiento de piletas. Hoy por hoy, somos pileteros, porque hay gente que en invierno la mantiene. Estaba educando un poco a mi hijo que aparentemente se va a quedar con eso y yo me dedicaré al tema de la comida, porque en los grandes eventos que hay acá siempre tengo un puesto de venta. Por lo que la gente dice, cocino bastante bien, entonces hicimos para Cahuané, que es una fiesta artesanal que se hace todos los años, que es muy grande, pusimos un puesto de empanadas de vacío y tuve la suerte de vender 150 docenas en 4 días.- Sí. A los 42 años, cuando llegué acá, con el tiempo fue metiéndome en la cocina. Después de semejante éxito en el evento de Cahuané, y al querer dejar las piletas de a poco, dije “voy a poner un local de venta de empanadas”. Así que arranqué con eso, y por suerte me está yendo bastante bien. Así que estoy con las empanadas de osobuco braseado, de bondiola desmenuzada y de carne picada tradicional. Hacemos eventos para cumpleaños también, de bondiola desmenuzada y vacío desmenuzada. Así que estamos en perniles y un poquito más empapados en lo todo lo que es la comida. También, en lo que es el mantenimiento de piletas hasta hace poquito y lo que es el deporte fuera de un laburo, ¿no?
- ¿Siempre quisiste dedicarte a la gastronomía una vez que colgaste los botines o seguir dedicándote al fútbol, digamos, de alguna manera?- ¿Vivís bien económicamente con los varios trabajos que tenés?
- Sí, sí, económicamente está caro en todos lados, pero qué sé yo. Es decir, es muy chica la ciudad, tenemos 15.000 habitantes y nos conocemos entre todos. Por ahí, tenés la posibilidad de decir, “bueno, te compro todo, te hago un stock, compro las tapas, la carne y las verduras; compro todo esto y me la juego”. Después, de lo que es el fin de semana o cuando hay un evento, no hay problema, qué sé yo. Se hacen las cuentas y se arreglan. Económicamente la verdad que sí, estamos bien.- Sí, estuvo espectacular. Seguimos teniendo el grupo de WhatsApp con todos los chicos que salimos campeones. El almuerzo previo se hizo en San Telmo, en un restaurante cerca de la calle Salta y 9 de julio. Con el Gallego González organizamos la juntada. Los únicos dos que faltaron fueron Eduardo Bennet, porque está en Honduras, y Fabián Angelucci que está en Estados Unidos. Pero después, estuvieron Paulo Silas, que vino de Brasil, el Bambino Veira, el ayudante de campo, Juan Rodofile. Y hasta los chicos que por ahí estuvieron en el plantel y no jugaron ni un minuto, como Cristian García. Mucha gente nos preguntaba “¿quién es?”, pero bueno, si bien no jugó, integró el plantel campeón de 1995. A la noche, el club nos hizo un lindo homenaje, un sencillo homenaje, pero muy lindo, en el cual la gente se puso a tomar fotos.
- Nos felicitaban y nos agradecían por el título. Nos decían que, gracias a nosotros, los habían dejado de cargar en el secundario, porque San Lorenzo no había ganado nada en 21 años, porque se habían vendido licencias y perdido el Viejo Gasómetro. Así que tenían un montón de motivos para ser ninguneados por otros clubes. Fuimos ese grupo excelente que le devolvió la alegría al pueblo azulgrana. El grupo nunca tuvo una discusión, que se llevaba 10 puntos. Nunca una pelea y creo que eso fue también un factor fundamental para que se logre el objetivo.
- Fue un partido en el cual el Bambino Veira, más allá de lo técnico y de lo táctico, que sabía un montón, apeló a lo motivacional para lograr el objetivo. El grupo se mantuvo firme. Más allá de lo futbolístico, tuvimos golpes muy duros durante el torneo, como contra Platense que nos empata sobre la hora. O Vélez, que nos gana sobre la hora. Además, lo del papá de Gallego González que se murió el viernes previo y el sábado a la noche lo tuvo que velar y enterrar. Luego, el domingo fue a la cancha e hizo el gol. Tuvimos situaciones complicadas para que el equipo anímicamente se cayera, pero gracias a Dios, tuvimos el apoyo de la gente y un líder como el Bambino Veira que nos levantaba el ánimo, a pesar de las derrotas. Él enseguida cuando llegábamos al vestuario nos ponía un pizarrón con una frase que decía “vamos a ser campeones”. Nosotros estábamos con la cabeza gacha, sin cambiarnos, y fusilados anímicamente, pero el Bambino no solamente lo puso en el pizarrón, sino que hizo una arenga en el mismo vestuario y eso hizo que arranquemos el martes otra vez con la frente alta para enfrentar a Lanús y después ir a Rosario para que pasara lo que pasara.
- ¿La conducción de Veira tuvo que ver mucho más por lo motivacional que por lo futbolístico para que el equipo se consagrara?- ¿Por qué te decía eso el Bambino?
- ¿Tenías problemas de sobrepeso?
- ¿Es cierto que jugaste un tiempo sin contrato, sin haber firmado contrato con San Lorenzo?
- ¿Caíste en un cuadro depresivo o fue solamente anímico?
- ¿Es verdad que tuviste una pelea con Luis Figo, en la Copa Joan Gamper?
- También estuviste en el debut de Ronaldo en el Barcelona, ¿no?
- ¿Tu cuenta pendiente fue vestir la camiseta de la selección argentina?