25 de junio de 2025
Cómo cambiaron las guerras en la era de los drones y por qué la OTAN exige más dinero a sus socios

La alianza atlántica elevará su objetivo de inversión militar al 5% del PIB ante un nuevo paradigma bélico que combina ciberataques, sabotajes criminales y enjambres robóticos para atacar infraestructura crítica
Rusia ha desarrollado lo que los expertos llaman un nuevo paradigma de conflicto que combina elementos convencionales y no convencionales. “Rusia ha demostrado que atacará a los Estados miembros de la OTAN con ciberataques en cualquier momento del día”, señaló Jensen.
Moscú también ha innovado en el uso de “grupos criminales como servicio para llevar a cabo sabotajes”, una táctica que Jensen considera central en una futura confrontación con la OTAN.El aumento del objetivo de gasto al 5% del PIB reflejará esta nueva realidad. Los países miembros deberán destinar 3.5% de su PIB a defensa tradicional —tropas y armamento— y un adicional 1.5% a inversiones en seguridad más amplias, incluyendo la adaptación de infraestructura civil para uso militar, ciberseguridad y protección de oleoductos energéticos.
En 2024, los países de la OTAN gastaron más de 1.3 billones de dólares en defensa básica. Si todos hubieran alcanzado el objetivo del 3.5% del PIB, el gasto habría ascendido a aproximadamente 1.75 billones de dólares.Reino Unido, en cambio, ha anunciado lo que el primer ministro Keir Starmer describió como “el mayor aumento sostenido en el gasto de defensa británico desde el final de la Guerra Fría”, enfocándose en drones y guerra digital en lugar de ejércitos más grandes.
El nuevo objetivo de la OTAN contrasta marcadamente con los patrones de gasto globales. Rusia aumentó su gasto militar en 38% en 2024, alcanzando aproximadamente 149.000 millones de dólares y el 7.1% del PIB, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).Jensen anticipó cambios estructurales profundos en la organización militar de la alianza. “En el caso ideal, tendríamos brigadas completas de drones de la OTAN como las que vemos en Ucrania, pero quizá tripuladas por un batallón o grupo de combate multinacional”, propuso.
El experto también sugirió la necesidad de desarrollar “algo parecido a la Cúpula Dorada de la OTAN” y avanzar hacia “un mayor grado de interoperabilidad, de modo que no solo podamos intercambiar combustible y municiones, sino que tengamos parámetros de diseño comunes”.La cumbre de La Haya marcará así un punto de inflexión en la adaptación de la alianza atlántica a una era donde la tecnología redefine no solo cómo se libran las guerras, sino quién puede librarlas.