28 de abril de 2025
“El papa es argentino, pero Dios es brasileño”: así fue la estrecha relación de Francisco con el gigante sudamericano

Aunque Bergoglio nunca visitó Argentina durante su papado, eligió Brasil como su primer viaje al extranjero en 2013, cuatro meses después de su nombramiento
En una declaración oficial desde el palacio de Planalto, Lula recordó también el compromiso de Francisco en la lucha contra el hambre y la protección del medio ambiente. “En una de las audiencias que tuve con él, discutimos la necesidad de una Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que de hecho fue lanzada por Brasil el año pasado durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro. Francisco ha sido el papa de la paz, del diálogo, de la unidad y del amor por toda la vida, y ha lanzado repetidas advertencias sobre la crisis climática y la amenaza de destrucción de nuestro planeta, obra maestra de la creación divina”, reza el texto.
Bergoglio fue el promotor de la primera encíclica de la historia de la Iglesia sobre el medio ambiente, ’Laudato Si‘, y tras el Sínodo de los Obispos sobre la Amazonia en 2019, colocó al cardenal brasileño Cláudio Hummes a la presidencia de la Conferencia Eclesial de la Amazonia. En 2022, eligió a Virgílio Viana, ingeniero forestal brasileño y superintendente general de la Fundación Amazonia Sostenible (FAS), como miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales y uno de sus asesores permanentes en cuestiones medioambientales y de cambio climático. En 2024, el papa Francisco también recibió en el Vaticano a una delegación de los principales representantes indígenas de Brasil, entre ellos Raoni, de la etnia Kayapó.Aunque Bergoglio nunca visitó Argentina durante su papado, eligió Brasil como su primer viaje al extranjero en 2013, cuatro meses después de su nombramiento y su frase “si el papa es argentino, Dios es brasileño” siguió siendo célebre. Los brasileños le inundaron de muestras de afecto cuando se conoció su muerte, con más de un millón de posts publicados en las redes sociales en 24 horas, según detectó el centro de análisis brasileño Arquimedes. Francisco fue el tercer papa en pisar el gigante latinoamericano después de Juan Pablo II, que vino tres veces, la última en 1997, y Benedicto XVI, en 2007. En Brasil, Bergoglio asistió a la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro y celebró una misa en el santuario más renombrado del país, Aparecida. Ese viaje mostró al mundo la postura que asumiría su pontificado, a saber, una nueva cercanía con las minorías y los más necesitados.Y ahora que ha terminado el capítulo del funeral y su entierro en la basílica de Santa María la Mayor, se abre el de las apuestas sobre el futuro papa. Si en 2013, cuando Bergoglio fue elegido, entre los posibles futuros papas estaba el arzobispo de San Pablo, Odilo Scherer, este año ningún cardenal brasileño figura en la terna de favoritos, que incluye al cardenal italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano y que ha visitado Brasil dos veces en los últimos dos años. El papa Francisco no solo ha sido el primer pontífice latinoamericano, sino también el primero no europeo desde el sirio Gregorio III, en el siglo IX d.C.
En el próximo cónclave, Brasil cuenta con siete cardenales que, al tener menos de 80 años, pueden votar, como establecen las reglas. Además de Scherer, están el arzobispo de Salvador Sérgio da Rocha, el arzobispo de Porto Alegre y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNNB) Jaime Spengler, el arzobispo de Río de Janeiro Orani Tempesta, el de Brasilia Paulo Cezar Costa, el prefecto emérito del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica João Braz de Aviz y, por último, el arzobispo de Manaus Leonardo Ulrich Steiner. El único cardenal brasileño que no podrá asistir al cónclave es Raymundo Damasceno, arzobispo emérito de Aparecida, por tener 87 años. Aun así, será invitado a formar parte del Colegio Cardenalicio, que debatirá las cuestiones urgentes de la Iglesia hasta la elección del nuevo papa.Para el presidente de la CNNB, el cardenal Jaime Spengler, el nuevo papa tendrá que ser capaz de “captar los signos de los tiempos”. En una entrevista concedida al diario Folha de São Paulo, Spengler afirmó también que, mientras “las estadísticas indican un crecimiento expresivo de la comunidad de fe en distintas áreas geográficas, en Brasil, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), hay una disminución del número de personas que profesan la fe católica”.
Y esta es precisamente una de las incógnitas del futuro pontificado. Tras la era Francisco, ¿conseguirá la Iglesia frenar el éxodo de sus fieles a Brasil, el país con más católicos del mundo? Según los datos del Censo del IBGE, si en 2000 los católicos representaban el 74% de la población brasileña, diez años después el porcentaje ha caído al 65%. Una encuesta más reciente realizada por Datafolha en 2020 indica que la mitad de la población brasileña se declara católica, mientras que el 31% dice ser evangélica. Los evangélicos están quitando fieles a la Iglesia católica al ritmo de 21 lugares de culto abiertos cada día en los últimos diez años. Además, hay que tener en cuenta que muchos de los que se declaran católicos en realidad no son católicos practicantes.