11 de abril de 2025
“A este Gobierno no hay que darle respiro”: la CGT se prepara para embestir contra Milei con más paros

La dirigencia cegetista debatirá el martes próximo la organización de la marcha por el Día del Trabajador y, sobre todo, una propuesta del líder de la CATT, Juan Carlos Schmid, para concretar nuevas medidas de fuerza después del 1° de mayo. Los dialoguistas, en minoría
Los gremialistas no creen que el Gobierno los convoque al diálogo tras el paro de este jueves y, por el contrario, descuentan que habrá represalias oficiales: la más preocupante es la intención de que se aprueben en el Congreso leyes que imponen límites y controles al poder sindical, pero también inquieta que se multipliquen las intervenciones a las obras sociales dispuestas por la Superintendencia de Servicios de Salud, que la CGT interpreta como una herramienta de intimidación.
Por eso se acentuó el clima de aprestos bélicos en la dirigencia cegetista. La propuesta de Schmid coincide con lo que piensa la mayoría. Los dialoguistas como Gerardo Martínez (UOCRA), Armando Cavalieri (Comercio) y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), nuevamente ausentes en la conferencia de prensa de esta tarde, quedaron en minoría, aunque se espera que concurran el martes a la reunión de Consejo Directivo para proponer alguna salida intermedia que no sea la protesta permanente.De por sí, Sasia fue uno de los pocos que hace 3 semanas, en una reunión del Consejo Directivo, se animó a cuestionar la decisión de otro paro general sin haber intentado alguna negociación con el Gobierno. Es uno de los que cree que la huelga en sí misma no soluciona nada y que hay que agotar el camino del diálogo. Hoy, ese tipo de posturas moderadas quedaron rezagadas en la CGT.En la reunión previa a la conferencia de prensa, muchos dirigentes estaban convencidos de que el paro general había sido contundente y que el funcionamiento normal de los colectivos no debilitó la medida de fuerza. Rodolfo Daer, hermano mayor de Héctor y líder del Sindicato de Alimentación, era uno de los más entusiasmados por el acatamiento a la protesta: aseguró que pese a que muchas fábricas de su actividad pusieron ómnibus para que el personal fuera a trabajar, esos vehículos iban vacíos.
Lo mismo contó a sus colegas Sergio Romero, líder de la Unión Docentes Argentinos (UDA), sobre la actividad educativa “que tiene salarios por debajo del índice de pobreza”, mientras que en la CATT había mucha conformidad porque el transporte, a excepción de la UTA, acató “masivamente” el paro, según el titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), Juan Pablo Brey.Otros dirigentes, en privado y cuidando de no ser escuchados por sus pares, reconocieron a Infobae que la adhesión al paro fue dispar, como en las anteriores huelgas de la CGT, aunque coincidieron en que resultó mejor de lo que imaginaban debido a que esta vez trabajaron los colectiveros.