10 de marzo de 2025
Francia confirmó el envío de ayuda militar a Ucrania proveniente de los intereses de activos rusos congelados

El ministro de Defensa galo, Sébastien Lecornu, explicó que esta partida de 195 millones de euros será utilizada de manera específica para la compra de proyectiles de 155 mm y bombas AASM Hammer
Los activos rusos que se encuentran bloqueados en varios países de la Unión Europea, como parte de las sanciones impuestas por la invasión de Ucrania, han generado un debate legal y económico. En el caso de Francia, estos activos pertenecen a entidades o individuos rusos afectados por las sanciones internacionales, y los intereses generados por ellos se han canalizado para ayudar a financiar esfuerzos bélicos en apoyo de Ucrania. Lecornu explicó que esta partida de 195 millones de euros será utilizada de manera específica para la compra de proyectiles de 155 mm y bombas AASM Hammer, fabricados por Francia, que serán enviados a Ucrania para ser utilizados en los aviones Mirage 2000, una de las aeronaves de combate más emblemáticas de la Fuerza Aérea Francesa, y ahora también en manos del ejército ucraniano.
Esta acción reafirma la postura de Francia de no solo sancionar a Rusia, sino también de usar los recursos provenientes de las sanciones de manera directa para apoyar a Ucrania en su defensa. Francia ha señalado que, con el uso de estos fondos, no solo se apoya la causa ucraniana, sino que también se previene que los bienes rusos permanezcan inactivos.Desde el inicio de la guerra en 2022, Rusia ha criticado de manera vehemente las acciones de los países occidentales, especialmente la congelación de sus activos financieros. Para el Kremlin, la confiscación de estos bienes es considerada un “vulgar robo”. A pesar de los pronunciamientos del gobierno ruso, varias naciones europeas han decidido usar esos fondos para financiar directamente el apoyo a Ucrania, lo que ha abierto un nuevo capítulo en la confrontación económica y diplomática entre Rusia y Occidente.La medida adoptada por Francia se enmarca dentro de Bélgica ha mostrado reticencias al proceder con la entrega de estos activos, citando los riesgos económicos y jurídicos que acarrearía una medida de tal magnitud. Las autoridades belgas han señalado que el uso de estos fondos podría generar un precedente peligroso y generar complicaciones a nivel internacional, especialmente en términos de derechos de propiedad y la seguridad jurídica en el ámbito financiero global.
(Con información de Europa Press y AFP)