7 de marzo de 2025
Despegue exitoso, pero pérdida de contacto: así fue el lanzamiento del megacohete Starship de SpaceX

La nave de 122 metros de altura despegó desde el sur de Texas en un nuevo test sin tripulación, pero no logró concretar los objetivos debido a diversas fallas. Los detalles
El plan de vuelo también incluyó un nuevo intento de recuperación del propulsor Super Heavy mediante los brazos de sujeción de la torre de lanzamiento, un procedimiento que SpaceX logró con éxito, al igual que en la prueba anterior. La etapa superior, en cambio, estaba programada para amerizar en el océano Índico, frente a la costa oeste de Australia, lo cual no pudo suceder. En futuras pruebas, la compañía espera perfeccionar un sistema que permita la reutilización total de ambas secciones del cohete.
SpaceX busca convertir a Starship en un sistema fundamental para la exploración espacial a gran escala. La NASA eligió una versión modificada de este cohete para su programa Artemis, que tiene como meta llevar astronautas a la Luna en los próximos años.El desarrollo del Starship no estuvo exento de contratiempos. En el vuelo de prueba del 16 de enero, la parte superior del cohete sufrió una fuga de propelente y terminó desintegrándose sobre el océano Atlántico antes de completar su misión. Como resultado, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) suspendió temporalmente los lanzamientos de SpaceX mientras investigaba el incidente. Finalmente, la agencia levantó la restricción el pasado viernes, permitiendo que la compañía retome sus pruebas.
La seguridad sigue siendo un punto clave para el avance del Starship. Además de demostrar que el cohete es apto para vuelos tripulados, SpaceX debe avanzar en la implementación de un sistema de reabastecimiento de combustible en órbita, una tecnología esencial para misiones interplanetarias.Otro de los desafíos que enfrenta SpaceX es la regulación gubernamental. La FAA impuso un estricto control sobre cada uno de los vuelos de prueba, lo que generó tensión entre la empresa y el gobierno estadounidense.
Más allá de la competencia con reguladores y los desafíos técnicos, el Starship es una pieza central en la estrategia de SpaceX para dominar el sector del transporte espacial. La compañía busca posicionarse como el principal proveedor de misiones espaciales comerciales y gubernamentales, con un cohete capaz de reducir significativamente los costos de lanzamiento gracias a su diseño completamente reutilizable.