5 de marzo de 2025
Milei inició la campaña y busca apoyo para el acuerdo con el FMI, pero ya piensa en el recambio legislativo

El Presidente prometió enviar el acuerdo con el Fondo Monetario, que necesita aprobación del Congreso. En Casa Rosada saben que la dispersión opositora y en los aliados complica los planes, y por eso se enfocan en el recambio legislativo. El factor bonaerense
Con la supuesta excusa de la polémica por $LIBRA, cuya trama llegó en las últimas horas a dos de los diarios más prestigiosos de Estados Unidos.
A diferencia del anterior inicio de sesiones, cuando sorprendió en plena tensión con la oposición con la convocatoria a un acuerdo amplio y finalmente frustrado que denominó de manera pomposa “Pacto de Mayo” -el sábado lo mencionó muy al pasar en el discurso-, como un gesto de distención que tenía como objetivo la aprobación de la ley bases, Milei esta vez es plenamente consciente que tendrá en los próximos meses poca colaboración por parte de un Congreso que ya de por sí, se ha demostrado, baja notablemente su producción en años electorales.
“Queremos darle la oportunidad a este Congreso de acompañarnos en este proceso. Si fueran a declinarla, francamente no nos sorprendería. Sepan que eso no detendrá el proceso de cambio que el pueblo eligió, librando la batalla que haya que librar en todos los frentes. Pelearemos en el Congreso, en las provincias y municipios, de local en las redes sociales, y en la calle si así lo demanda la historia. Jamás nos vamos a rendir”, subrayó hacia el final del discurso y al hacer hincapié en las negociaciones con el Fondo y en la obligatoriedad de pasar por el Congreso, como está estipulado técnicamente desde la época del ex ministro Martín Guzmán.
Fue el anuncio más contundente, tal vez el único, una semana después de la gira por Washington y de la reunión que mantuvo con Kristalina Georgieva, la directora gerente del Fondo, y el propio Donald Trump.En otros bloques menos dialoguistas, no obstante, ya avisaron que pondrán condiciones para su aprobación: quieren que se incluya en la discusión por el presupuesto, otra vez prorrogado por el Ejecutivo.
En el inicio de la campaña, Milei se dedicó además el último fin de semana a confrontar con Axel Kicillof por la inseguridad en la provincia de Buenos Aires. En el discurso del sábado fue menos vehemente que el día anterior, cuando pidió la renuncia del gobernador y la intervención del Estado bonaerense, una maniobra que no tuvo el efecto deseado: logró aglutinar al peronismo provincial detrás de la figura del ex ministro en plena tensión con Cristina Kirchner y La Cámpora. El sábado por la noche, por caso, Kicillof se solidarizó públicamente con Manes, increpado de mala manera por Caputo en los pasillos del Congreso.No sería, en ese contexto, un problema para La Libertad Avanza, que ve con buenos ojos que se atomice la oferta peronista. Pero sí es un dilema para la ex coalición de Juntos por el Cambio, en especial para el PRO, que por ahora no pudo forzar un acuerdo con el gobierno a pesar de la insistencia de algunos de sus principales referentes bonaerenses, como Diego Santilli, que debe renovar su banca. Alejandro Finocchiaro, que apludió buena parte del discurso presidencial del sábado, es otro de los que renueva.
Por eso, el mensaje de inauguración de sesiones, muchísimo menos brilloso que el del año pasado, estuvo atravesado de punta a punta por una épica de campaña en vísperas del inicio del calendario electoral que ya está a la vuelta de la esquina: solo este mes hay cierre y presentación de alianzas en Salta, Chaco, San Luis y Jujuy, y cierre de listas en la ciudad de Buenos Aires, previo a una seguidilla de elecciones en todo el país hasta las generales de octubre.Milei agradeció el sábado efusivamente a su gabinete, e hizo especial mención a Luis Caputo, a Federico Sturzenegger y a Patricia Bullrich, tres ministros que pasaron por la administración macrista de Cambiemos y que están eufóricos con esta gestión. Pero no hubo ni una sola mención al PRO o a ningún otro bloque dialoguista, y mucho menos al ex presidente Macri, al que convocó el año pasado a Tucumán al fallido “Pacto de Mayo” que, a pesar de su creación por decreto, no hubo ni siquiera novedades en cuanto a su conformación. Pasó lo que todos preveían: que sería simplemente un anuncio pomposo y que, como tantas otras iniciativas, después quedaría en la nada.
El gobierno no quiere depender más del PRO en el Congreso, y el PRO de Macri, que apoyó todas y cada una de las iniciativas oficiales, con excepción del DNU de la SIDE, se siente destratado. El objetivo de Milei es engrosar los bloques en el Senado y en la Cámara baja, y que cada negociación parlamentaria no sea “una moneda en el aire”, como reflexionó en estos días uno de los operadores que intentó durante todo el segundo semestre y el verano que el pliego de Ariel Lijo tenga el visto bueno de la Cámara alta. Macri, muy fastidiado con Milei y su entorno, proyecta, por ahora, una campaña unilateral.