19 de febrero de 2025
Sudamérica enfrenta su peor temporada de incendios, más de 79 millones de hectáreas arrasadas

La combinación de sequías extremas y temperaturas récord causó una de las peores temporadas de incendios forestales en la región
En Bolivia, el impacto de los incendios forestales en 2024 fue catastrófico. Según datos del Sistema Mundial de Información sobre Incendios Forestales (GWIS), más de 16 millones de hectáreas (160.000 km²) fueron consumidas por las llamas, una superficie mayor que la de Nicaragua. Este nivel de destrucción es tres veces superior al promedio anual registrado entre 2012 y 2023. Las emisiones de carbono provenientes de estos incendios alcanzaron niveles récord, lo que llevó al Ministerio de Salud y Deportes a emitir una alerta sanitaria nacional debido a la contaminación del aire.
En Brasil, más de 59,2 millones de hectáreas (592.000 km²) fueron arrasadas por incendios, la cifra más alta registrada en el siglo XXI, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). La mayoría de estos incendios ocurrieron en el Amazonas, donde la deforestación y las prácticas agrícolas intensivas, como la quema de bosques para crear tierras de cultivo, exacerban el problema.El fenómeno climático El Niño, que alcanzó su punto máximo a principios de 2024, jugó un papel crucial en la intensificación de las sequías y las altas temperaturas en Sudamérica. Según la NASA, este evento natural, combinado con el calentamiento global, creó un “cóctel explosivo” de condiciones climáticas extremas. Durante más de la mitad del año, las temperaturas promedio en el continente superaron en 1,5 °C los niveles preindustriales (1850-1900), lo que convirtió a 2024 en el año más cálido desde que se tienen registros.Los incendios y las sequías tienen un impacto devastador en las comunidades humanas. En el caso de Chile, los incendios en Valparaíso afectaron áreas urbanas, algo que no se había contemplado antes. Además, la contaminación del aire y las emisiones de carbono provenientes de los incendios representan una grave amenaza para la salud pública.