3 de diciembre de 2024
Las aventuras de una pareja swinger en una pequeña ciudad patagónica: debut en Buenos Aires y charlas después del sexo

Adrián y Jésica cuentan cómo se sumaron a una red de parejas de intercambio en Comodoro Rivadavia. Sus primeros pasos y los códigos que respetan para fortalecer su relación
“Desde el primer momento encontramos un ambiente muy distendido, sin violencia y de mucho respeto por la otra persona -resalta Jésica-. Todo empezó por una curiosidad de mi pareja. Y yo decidí acompañarlo en esta aventura”. Esa noche, en el boliche de Palermo, dieron el primer paso. Allí, entre las luces violetas, iban de la mano mientras observaban comoa otras parejas o tríos se besaban en los sillones de los reservados. “Algo hicimos esa noche, no mucho -recuerda Adrián y se sonríe-. La idea era ver qué nos pasaba si veíamos a nuestra pareja besar a otro hombre o mujer. Darnos cuenta si eso nos daba celos. Pero fue todo lo contrario, fortaleció aún más nuestra relación”.
¿Qué pasó cuando volvieron a Comodoro Rivadavia? “Sentíamos que es un viaje de ida. Que ya no podíamos volver atrás. Pero en nuestra ciudad no es tan fácil. No todos están preparados para entender qué tipo de relación tenemos con Adri”, explica Jésica. Entonces, la pareja empezó a tejer redes y trató de evitar las miradas conservadoras que los podían señalar. Tanto es así, que apenas se animaron a pasar una foto para esta nota. Primero habían seleccionado algunas selfies, pero luego se arrepintieron. Apenas se los ve con la cara blureada en un bar oscuro de Comodoro. El resto de las imágenes de esta nota son recreaciones realizadas con Inteligencia Artificial para evitarle problemas a Jésica y Adrián.El primer paso en Comodoro fue acercarse a través de las redes sociales a otra pareja que tenía muchos años en el mundo swinger de la Patagonia. Ellos le abrieron las puertas al intercambio en esta ciudad chica donde la mayoría de las personas se conocen. “Tenemos un Instagram juntos y nos anotamos en una página que es como una aplicación de citas para swingers -explica Jésica-. Acá los encuentros se dan en bares comunes. Ahí, tenemos las primera charla y acercamiento, para luego avanzar si hay química entre los cuatro”.En general las citas de a cuatro en Comodoro terminan o en alguna de las casas o en un hotel alojamiento de los pocos que hay en la ciudad. “Después, nos cruzamos en la puerta del colegio o en el supermercado y como si nada hubiera pasado -explica entre risas Jésica-. Ahora, ya tenemos varias parejas amigas acá con la que nos encontramos cada tanto y la pasamos muy bien”.
La mujer cuenta que una de sus mejores amigas, “nos conocemos desde el jardín de infantes”, entró con su marido en el mundo swinger. “Nos llevamos muy bien, nos conocemos casi de memoria. Pero ya dijimos con Adri que no vamos a hacer nada con ellos. No nos vamos a sentir cómodos. Mejor preservar la amistad de tantos años”, explica la chica.Tan fuerte fue el cambio de esta pareja desde su ingreso al mundo swinger que el año pasado se casaron por iglesia y civil. “Se lo pedí en un boliche de intercambio de parejas de Buenos Aires, en medio de los reservados. No pudimos sacar fotos porque no se permite entrar con celulares. Así que no quedó registro de ese momento”, cuenta Adrián.
Tras los encuentros, Jésica y Adrián suelen tener charlas en lo que se cuenta todo lo que vivieron en esos momentos. “No nos callamos nada. Hablamos de los detalles, del sexo y de cómo la pasamos con la otra persona - confiesa Jésica-. A mí, al principio me costaba soltarme. Sentía que no podía contarle todo. Pero bueno después me acostumbré”.La pareja mantiene su secreto, aunque muchas veces creen que ya mucha gente sabe de sus encuentros swingers. “Yo se lo conté a mi familia, pero sin entrar en detalles. Ellos no tienen problema - explica Adrián-. Además, siempre que puedo a algún amigo recomiendo el intercambio sin contarle todo. Le digo que fortalece la pareja, que es mucho mejor que escaparse solo y ser infiel. Que después de cada encuentro aumenta el amor por tu pareja”.
Desde Comodoro Rivadavia, el matrimonio suele visitar Buenos Aires. Ya forman parte de la Asociación Swinger Liberal Argentina, una organización que agrupa a las personas que practican el intercambio de parejas. “Somos como los referentes del grupo para nuestra ciudad”, cuenta Jésica.