Flor Vigna presentó a su novio Lauta y quedó descolocada ante una consulta de Susana Giménez
En su paso por el ciclo, la cantante no pudo ocultar su sorpresa frente al comentario de la conductora
>Cada domingo,
Flor sacó a relucir su carisma al ingresar junto a su pareja. Con un look total-white, la compositora entró a las corridas y no dudó en lanzarse ante la animadora. “¡Tanto tiempo!”, le comentó la artista a la presentadora, quien no dudó en tomarla de las manos ni bien puso un pie en el estudio. Por su parte, Susana se refirió a su apariencia: “Estás con el pelo más oscuro y largo”. Acto seguido, su invitada le afirmó: “Sí, estoy morocha”,Rápidamente, la apariencia de la intérprete de “Bonita” quedó en un segundo plano y la diva de los teléfonos se enfocó en el muchacho a su lado, quien estaba con un vestuario más informal y completamente de negro. Con un tono pícaro, Vigna le comentó: “¿Viste qué bonito es?”. Sin dar vueltas, Giménez le contestó con un particular comentario: “Sí, ¿es nuevo?”. Si bien esto descolocó a la cantante, intentó que no se notara ante las cámaras. “Sí, estamos hace poquito, pero es más lindo por dentro. Me encanta”, expresó, con orgullo, dejando completamente enternecidos a los televidentes.La conductora no pasó dicho comentario por alto, por lo que atinó a decir: “Ay, mi amor, seguro se van a besar todo el tiempo”. Entre risas, Flor le explicó: “No, le dije que no podía por el labial”. Luego de que su novia hiciera alusión a sus labios pintados de rojo, el músico sacó a relucir su lado romántico. “Me estuve aguantando todo el tiempo”, expresó Lauta, quien acercó brevemente su rostro al de su pareja y, acto seguido, se rieron a la par.Tras dejar atrás el particular comentario de la anfitriona, el desafío con las otras duplas, el Para la fortuna de la dupla, el desafío fue ganado por Lauta, quien logró sacar con mayor rapidez el corcho que el exdeportista. Completamente emocionados, no dudaron en fundirse en un fuerte abrazo y compartir un breve beso en plena emisión. Luego se dirigieron hasta la mesa con los otros competidores para conocer cuál era su premio: una estadía en un lujoso complejo en la costa de Riviera Maya, México. Si bien para ellos significó una gran alegría, esto no impidió que los presentes se sintieran decepcionados al no obtener la recompensa.